LA OBRA DEL ESPÍRITU SANTO – II Parte

14/02/2021

LA OBRA DEL ESPÍRITU SANTO – II Parte

Predicador:
Passage: Juan 14:18-31
Tipo De Servicio:

La obra del Espíritu Santo – II Parte (Juan 14:18-31) 
El ministerio y obra del Espíritu Santo en nuestras vidas
TRES PUNTOS SOBRE LA OBRA DEL ESPÍRITU SANTO:

El Espíritu Santo nos ayuda a cumplir los mandamientos de Dios y a la vez es nuestro abogado
El Espíritu Santo nos da consuelo
El Espíritu Santo en nuestro consejero

El primer punto lo vimos en el mensaje anterior y hoy veremos al Espíritu Santo como nuestro consolador y como nuestro consejero
2. El Espíritu Santo como nuestro consolador. Juan 14:18-24
Jesús les dice a sus discípulos que todas las cosas que Él les ha dado, el Espíritu Santo se los dará. Él dice: “no los dejaré huérfanos”. No los estaba abandonando.

La promesa de Jesús no era que no iban a sufrir, sino que no estarían solos, que tendrían momentos difíciles pero tendrían consuelo.
La promesa de Dios para nuestras vidas que nunca nos va a abandonar, aún medio de las tribulaciones nunca estamos solos. No debemos sentir nunca abandono en nuestras vidas.
Cuando enfrentamos a la muerte o los problemas, tenemos el consuelo de toda la trinidad: tres capas, EL PADRE, EL HIJO Y EL ESPÍRITU SANTO.
El consuelo que ofrece Jesús solo está disponible para sus hijos, esto es, aquellos que manifiesten sus deseos de amar y seguir a Jesús. Primero es creer en Jesús y luego el consuelo

3. El Espíritu Santo como nuestro consejero. Juan 14:25-31

El Espíritu Santo nos enseña a través de la Palabra de Dios, el Espíritu Santo inspiró a cada autor de la Biblia, por tanto, el Espíritu Santo es el autor de la Biblia.
¡La confirmación final que algo viene de Dios es la Palabra de Dios!
El único que puede generar cambios en nuestros corazones es el Espíritu Santo, no las emociones ni el predicador. Por ende, aunque leamos la Palabra en solitario, el Espíritu Santo nos ilumina.
El Espíritu Santo nos recuerda la Palabra en momentos cruciales y el producto de esto es la paz.

Aplicaciones:
1. Aprende a depender del Espíritu Santo. Si te sientes solo o abandonado, recuerda que tienes al Espíritu Santo.
2. Aprende a depender de la Palabra de Dios cuando necesitas consuelo, busca pasajes. En esos momentos de angustia ve a la Palabra y entiende que el Espíritu Santo está contigo para enseñarte.
3. Aprende a depender menos de otros líderes de discipulado y a depender más del Espíritu Santo.

Deja una respuesta

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *

× ¿Cómo puedo ayudarte?