En la primera parte de este estudio, vimos cómo ser parte de la solución como miembros de la Iglesia.
Hoy leeremos Romanos 12: 9-13 para una nueva perspectiva.
De acuerdo con la lectura bíblica; amar y servir son las actitudes de nuestro corazón que debemos mostrar a otros y al final de la lectura veremos las acciones que debemos llevar a cabo.

1. Amar a todos de manera genuina: específicamente con sinceridad, ¿Qué significa esto? ¿Cuál es el Amor que no es sincero? Es un amor fingido que solamente da cuando espera a cambio. Pablo nos anima a amar con sinceridad, en el griego viene del trabajo en cerámica, sin rajaduras. Un amor que realmente es difícil lograr sin Jesús en nuestros corazones.
Vers. 10 ” amense unos a otros con afecto fraternal” va mas allá del amor amistoso, es una amor como de hermanos. Las amistades pueden cortarse pero la hermandad no puede romperse no importa qué. Ese amor fraternal se refiere a pertenecer a la Familia de Dios. “deleitense al honrarse mutuamente” brindar honor y respeto.

2. Sirvan al Señor fervientemente: Vers. 11 “no sean nunca perezosos…”
Este es el momento menos indicado para ser perezosos, necesitamos la energía y la pasión para amar, dar, honrar siempre entendiendo que servimos al Señor, al final de todo esos somos! Somos sus siervos. Cuando se vuelve difícil amar y dar a otros, como en los momentos de crisis que vivimos, al darnos cuenta que se ha vuelto muy difícil es justo cuando debemos recordar que estamos sirviendo al Señor. Cuando notamos falta de agradecimiento, o falta de interés no debemos detenernos pues el Dios al que servimos sí lo agradece y sí le importa. La palabra de Dios es clara en Mateo 25: 34-40 nos dice que todo lo que hagamos por otros, lo hacemos por Jesús, nuestro Señor.
En el vers. 12 vemos una clave para seguir amando, sirviendo y honrando con fervor en momentos difíciles, esa clave es la oración. Una oración honesta pidiendo fuerzas para seguir y no detenernos siempre recordando que todo es como para Dios.

3. Contribuir: vrs. 13 se trata de ser personas que apoyen en la necesidad de los miembros de nuestra propia iglesia, pero es fundacional llevar ese apoyo a las personas fuera de la iglesia. Juan 13:35 nos dice que todos sabrán que somos Sus discípulos si nos amamos los unos a los otros. Esta es la manera de mostrar a Jesucristo a los que nos rodean y aun no creen.
Contribuye con lo que puedas, en todas las maneras que puedas. Nunca pienses que lo que tienes no es suficiente, lamentablemente pensar así nos cruza de brazos y no hacemos nada… Pero si todos ponemos un poco será más que suficiente. Ahora pregúntate… ¿Conocemos las necesidades de quienes nos rodean? La única manera de saberlo es con comunicación: pregunta, llama, interésate. Contar los que nos ocurre y necesitamos debe ser parte del ambiente seguro que como Cristianos debemos crear para todos.

4. Muestra hospitalidad a quienes están fuera de la iglesia. Vers. 13 la palabra hospitalidad en el griego utilizada es “ama al extraño” y viene de la idea de la práctica antigua del medio Oriente cuando se brindaba hospitalidad, abrir sus hogares, agua, comida y descanso para quienes estaban de paso, no sólo ofrecerles algo, sino darle lo mejor que pudieran. ¡Que maravillosa manera de mostrar el amor de nuestro Salvador! ¡qué manera tan increíble de mostrar el Evangelio!

Aplicación:

1. Pasemos un tiempo siendo honestos delante de Dios para preguntarnos su estamos amando genuinamente o si lo estamos haciendo esperando algo a cambio.
2. Cuando ayudamos a otros, ¿lo estamos haciendo con el corazón siempre claro en que es sirviendo al Señor?
3. ¿Estamos contribuyendo lo suficiente, con lo que podemos, con lo que tenemos?
4. ¿Conozco las necesidades de quienes me rodean? y el reto será animarnos a encontrar a alguien no cristiano que necesite ayuda inmediata y, por favor, déjanos saber para llevar el amor y la hospitalidad.

Bajo esta perspectiva logramos entenderemos que
cristianos que actúan como Cristianos pueden cambiar el mundo.