MADUREZ

20/10/2019

MADUREZ

Predicador:
Passage: Génesis 30:25-43
Tipo De Servicio:

Pastor Todd nos habla a través de la Palabra sobre «La Madurez». Todos venimos de familias quebrantadas, disfuncionales. Nos podemos identificar con la familia de Jacob. Estaba casado con dos hermanas, que competían por su amor. Esta fue la familia que Dios escogió para ser el linaje de Cristo. Ahora bien, lo que su tío Labán hizo (era engañador, mentiroso, codicioso, le temían), Dios lo voltea para bien. Igual pasa en nuestras vidas. Jacob era un mentiroso, engañador. Cuando estudiamos su vida vemos a Dios transformándolo, llevándolo a un proceso de madurez, transformándolo.
Jacob maduró de la siguiente forma:

De engañador a ser decidido – Luego de trabajar por sus esposas, le pide a Labán que lo deje ir con su familia. Labán pide que se quede, que le daría el salario que él quisiere. Labán esperaba que Jacob dijera primero lo que quería, para obtener información y luego manipularla. . Jacob sabía que no lo cumpliría y que lo volvería a engañar, por lo que no responde de inmediato (Génesis 30: 31) vemos cómo empieza a flotar la madurez de Jacob. Dice: «No me des nada»… A su padre Isaac engaño al pedirle la bendición, ahora dice «No me des nada». Viene a ser de un engañador a alguien decidido por confiar en Dios. DAME – es una palabra de inmadurez, si no obtengo lo que quiero, manipulamos y hacemos las cosas a nuestra manera, quizás hasta malcriados como niños.
De ser auto dependiente a ser dependiente de Dios – Jacob pide las ovejas manchadas y en lugar de engañar hace un trato, pero es Labán quien hace trampa y en este punto Jacob no tiene nada. Otra vez fue engañado y se aprovecharon de él. De hecho, él dijo que diez veces Labán se aprovechó de él. Lo importante es que Jacob no regresa a engañar. En Génesis 30:31 Jacob dice que Dios hizo esto, que fue Dios quien le proveyó de estas ovejas, el que ideó el plan. La madurez no es cuando soy auto dependiente, sino cuando dependo más de Dios.
Disciplina a Deleite (Génesis 30:43) – Jacob no tenía nada y al final vemos que se enriqueció muchísimo. Dios lo bendijo y lo proveyó. Dios lo disciplino por catorce años. A partir de allí empieza a ser más dependiente de Dios. Jacob dejó de engañar y confiar en Dios, entonces Dios lo bendice y lo empieza a cuidar. Jacob recibe la bendición de Dios después de haber trabajado veinte años para Labán, cuando toma la decisión de dejar los malos caminos, de engañador y empezar a confiar en Dios.

Aplicaciones

Ser paciente conmigo mismo porque Dios está trabajando para que alcance la madurez
Ser paciente con otras personas también, pues también están madurando

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