MADUREZ EN NUESTRA FORMA DE PLANEAR

Madurez en nuestra forma de planear
(Serie: La epístola de Santiago, madurez espiritual)
No importa que tanto planeemos en nuestras vidas, con nuestras fuerzas, las cosas puede salir muy diferentes.
¿Cómo lidiar y como planificar sobre el futuro? ¿Cómo ser maduros en planificar y comunicar nuestros planes?

1. Reflexiona en ¿a quién le dices tu plan y por qué? Santiago 4:13

Santiago se refería a un grupo de cristianos pudientes y que eran muy vocales acerca de sus planes.
Prestemos atención a quien le contamos nuestros planes, el porqué y cuándo lo hacemos, podremos ver la motivación real de nuestro corazón. Puede ser porque te estás jactando o siendo orgulloso o para aparentar ser mejor.
Damos pequeños detalles en nuestras conversaciones a veces innecesariamente, pero lo hacemos para impresionar a otros, para jactarnos.
«… De la abundancia del corazón habla la boca». (Lucas 6:45). Cuando nos jactamos, siendo arrogantes es un indicador de orgullo en nuestro corazón.
Pensemos: ¿Es necesario? ¿Edifica a las otras personas? ¿O solo es para mejorar nuestra imagen?
Debemos preguntarnos ¿por qué publicamos las cosas que publicamos en redes sociales? Porque algunas personas al ver esto pueden empezar a tener envidia, pueden sentirse ofendidas.

2. Recuerda que tu vida es la neblina del amanecer. Santiago 4:14

Es absurdo para cualquier ser humano hablar con arrogancia porque la vida es como el rocío del amanecer que se desvanece. Se refiere a que es rápida, viene y va. Tu vida entera es como una neblina. ¿Lo que sea que logres se va puff como una neblina?
Si el sol está muy fuerte, si el viento arrecia muy fuerte, se va. No tenemos idea de cuanto viviremos, por tanto, no tiene sentido jactarse de planes o de cosas logradas.
Lo otro es que no tienes idea de lo que depara el mañana. Ningún ser humano conoce el momento en que va a morir. Nuestra vida es efímera.
Esto no significa que no importamos o que no somos valiosos, sino que no debemos inflar nuestro ego.
Romanos 12:3 nos dice que no tengamos mayor concepto de nosotros mismo del que realmente tenemos, debemos tener una autoimagen saludable.
Hay paz y gozo cuando nuestra vida depende de Dios y no de nosotros mismos.

3. Arrepiéntete por jactarte. Santiago 4:15-16

Es malo jactarse, esto proviene del orgullo. Examínate porque Dios odia el orgullo en los corazones.
¿Qué hacemos? Todos luchamos en esto. De hecho, no te ofenderías si no tuvieras un orgullo o imagen que mantener. No pienses que luchar con baja autoestima no se incluye, porque esta también empieza con orgullo.
A veces la razón por la que nos jactamos es porque tenemos una baja autoestima y queremos que nos alaben.
Mi valor no está en mí, sino en Cristo.
Santiago 4:8-9. «Ve cerca de Dios, lávense las manos y purifiquen sus corazones». Dios es justo para perdonar nuestros pecados y también implica un cambio.
¿Le he preguntado yo a Dios cuál es su plan para mi vida, cuál es su voluntad?

4. Re enfoca tus planes. Santiago 4:17

¿Como encontrar balance? La meta es examinar nuestro corazón y preguntarnos el porqué de lo que decimos.
Es pecado saber lo que se debe hacer y luego no hacerlas. Ambos extremos son pecado.
Para encontrar el balance podemos hacer muchas cosas sin tener que vociferarlo. Dios quiere que hagamos algo con los talentos y habilidades que Él nos ha dado, pero no alardeando.
Déjalo en las manos de Dios cualquier plan o proyecto. Ten un corazón humilde, para los propósitos de Dios.

Aplicaciones:

Pasar tiempo de oración con Dios. Pedirle que examine nuestro corazón
Evaluar nuestras palabras. ¿Estamos causando ofensa o que otras personas nos envidien? Pídele al Señor que te las muestre, nos ayude a poder expresarnos de una manera agradable.
Aprender a interesarnos más en los demás que en nosotros mismos.