LOBO CON PIEL DE OVEJA- El Sermón del Corazón
Lobo con piel de oveja (Mateo 7:15-23)
Como ciudadanos del reino de Dios debemos ser intencionales, y estar pendientes de los falsos maestros y sus falsas doctrinas. Jesús es claro en advertirnos de ellos y nos insta a identificar las señales de lo que está mal con estos maestros.
Los falsos maestros y profetas suelen vendernos lo que queremos escuchar, nos seducen tratando de llegar a nuestras emociones, con deseos carnales, dinero y fama.
Jesús nos indica que debemos:
Tomar con seriedad la advertencia;
Identificar las señales de advertencia.
No todos los líderes que predican en un pulpito están enseñando la verdad del Evangelio. Por lo tanto, debemos estar alertas para no ser engañados.
Los falsos profetas pueden ser identificados por sus frutos, como se indica en Mateo 7:19-20: «Todo árbol que no da buen fruto, es cortado y echado en el fuego. Así que, por sus frutos, los conoceréis».
El conocer el fruto de una persona toma tiempo, ya que hay que pasar tiempo y convivir con la persona, debemos prestar atención a los patrones y las consistencias en sus vidas, los comportamientos y las conductas. Además, ningún árbol produce frutos al instante porque es un proceso que toma tiempo.
Como ciudadanos del reino debemos prestar atención:
Al tipo de doctrina que enseñan;
Al carácter consistente en los años;
A las consecuencias de ignorar las advertencias.
En cuanto al fruto, Jesús también se refiere a la doctrina que enseñan. La mayoría de estos maestros no predican mensajes Cristo-céntricos, sino egocéntricos, tampoco hablan sobre las dificultades que se pueden presentar al caminar con Dios. Se enfocan más en el dinero y la prosperidad.
Debemos conocer a estas personas y estar pendientes de sus vidas, sus acciones y sus comportamientos, ya que estos líderes tienden a pecar constantemente a lo largo de los años e intentan ocultar sus faltas.
Consecuencias de no obedecer las señales de advertencia:
Según Mateo 7:19: «Todo árbol que no da buen fruto, es cortado y echado en el fuego». El destino que les depara a estos falsos maestros es condenación eterna en el infierno.
Mateo 7:22-23 dice: «Muchos me dirán en aquel día: Señor, Señor, ¿no profetizamos en tu nombre, y en tu nombre echamos fuera demonios, y en tu nombre hicimos muchos milagros? Y entonces les declararé: Nunca os conocí; apartaos de mí, hacedores de maldad».
¿Cómo es posible que, a pesar de tener dones y realizar prodigios, Jesús les dijera: «nunca os conocí»?
Jesús se refiere a que nunca los conoció de manera relacional porque nunca tuvieron una relación real e íntima con Dios; solo se enfocaban en engrandecer su ego a través de obras y prodigios.
Jesús nos llama a que como hijos de Dios y ciudadanos del reino de Dios tengamos cuidado con lo que escuchamos, leemos y vemos. También a que examinemos la vida, hábitos y comportamientos de nuestros líderes espirituales.