EL NOVIO & LA NOVIA / La Novia (II Parte)
La Novia
Pastor Todd nos comparte a través de la Palabra sobre la serie “El novio y la novia” / «The Groom & The Bride». Hoy estaremos viendo la segunda parte titulada “La Novia”. Vimos que el novio es Jesús y la novia representa la iglesia.
En Israel la boda constaba de 3 partes:
1. La proposición
2. El compromiso- si la novia acepta, el novio se va a preparar la casa donde vivirán y es supervisada por su papá, quien dice cuando termina el proyecto
3. Celebración de la boda – Jesús murió por nosotros, se comprometió con su novia con su iglesia, se fue al cielo a preparar lugar para nosotros y vendrá por nosotros a buscar su iglesia para la gran celebración de la boda.
Isaac era un tipo, una representación de Cristo – iba a ser sacrificado y no se consumó. Solo se hizo con Cristo. Rebeca es un tipo de la Iglesia, tenía las cualidades que debe tener la iglesia.
La novia debe tener estas cualidades:
1. Santificada (Génesis 24:16) – Rebeca era pura, era virgen, esperaba por su esposo. En 2 corintios 2 los líderes están preparando la iglesia para que sea pura y sin mancha.
2 corintios 11:2, Efesios 5:26 nos muestran que cuando Jesús encontró a su novia, nosotros no éramos puros. Éramos injustos, rebeldes. Cristo mismo nos está preparando para presentarnos delante de Él, puro y sin mancha.
Al hacer la proposición, el novio prometía dar a su novia todo lo que le pertenecía si ella aceptaba y tomaba la decisión de decir “SÍ”. Jesús nos ofreció todo y ofreció su propia vida por nosotros, aun siendo rebeldes y aun cuando nuestra respuesta fue “NO”. Él, primero nos hace justos si creemos en Él, antes de subir al cielo a preparar lugar para nosotros.
Nosotros estábamos muertos en nuestros delitos (Romanos 3:23), (Romanos 5:10), (1 corintios 1:10) – Sin embargo, Si Él nos presenta, Él nos preparará para ser perfectos ante Él. Estamos siendo santificados. Ya hemos sido justificados, pero estamos en el proceso de ser santificados (tal y como preparan a la novia para la boda). Jesús nos santificará limpiándonos en el lavamiento del agua por la palabra (Efesios 5:26)
¿Estamos siendo sometidos a este proceso de santificación?