JUDÁ, EL APARTADO / Judath, the departed (II Parte)
Continuamos con la historia de cómo Judá cayó por esta vía resbaladiza. Vemos en Judá un hombre, que cae, que lucha, como cualquiera de nosotros. Sin embargo, su historia termina en esperanza.
Tenemos tres puntos relevantes:
1. Judá decidió pecar
Cada pecado que cometemos es una decisión. Judá se había apartado de la comunidad. Él se puso en una posición vulnerable para pecar y adopta la manera de pensar y el sistema de personas que no adoraban a Dios.
Judá hizo 2 decisiones pecaminosas:
– Se casa con una cananea
– Decide tener relaciones sexuales con una prostituta.
Tomó estas decisiones basadas en las influencias que él tenía en su vida, que reforzaban los deseos de su carne.
2. Judá le echo la culpa a otra persona
Muchas veces nos enfocamos en el pecado de otra persona, para que no se enfoquen en los nuestros.
Judá pensó que Tamar era la responsable de que sus dos hijos hubiesen muerto, al no darle a su tercer hijo Sela a Tamar, Judá estaba rompiendo la regla. Judá era el culpable del pecado al acostarse con una prostituta, pero él se enfoca en el pecado de Tamar.
3. Judá determinó hacer lo correcto (Génesis 38:25-26)
Judá identifica sus objetos y reconoce que Tamar era más justa que él. Esto es Arrepentimiento.
– Judá reconoció la afrenta, confesó su pecado y se arrepintió de eso
– Reconoció la bancarrota moral en la que se encontraba (Ella actuó de una manera más justa, él admitió que se había negado a darle su hijo Sela)
– No volvió a tener más relaciones con ella. Tomó la decisión de no volver a hacerlo.