LA PARADOJA DE LAS PARÁBOLAS – Parte 4, «Las parábolas del siervo principal; la parábola del siervo indigno» (Lucas 17:1-10)
La paradoja de las parábolas
Parte 4: Las parábolas del siervo principal, la parábola del siervo indigno
La Biblia nos enseña que perdonar es liberador y restaura relaciones rotas. Dios nos pide que perdonemos y al hacerlo, nos beneficiamos, ya que el perdón nos libera del rencor y nos restaura la paz. La Biblia nos manda a perdonar y cuando lo hacemos, recibimos bendición.
Existen tres principios que debemos considerar sobre el perdón:
No ocasiones que otra persona peque
No debemos provocar que otros pequen. Ya es suficientemente malo cuando caemos y cedemos en tentación.
Debemos tener cuidado de cuando enseñamos la palabra de Dios porque podemos hacer a otras personas pecar. Como cristianos debemos tener cuidado cuando escuchamos enseñanzas erradas y comenzamos a enseñarle a otros, ya que podemos conducir a otros al error.
Debemos ser prudentes con lo que escuchamos y tener estándares altos.
Perdona aquellos que pecan contra ti
Hay que perdonar siempre, cuando tu hermano llega arrepentido pidiendo perdón debemos perdonar.
Los discípulos de Jesús le pidieron fe a Dios para poder amar al prójimo los unos a los otros.
3. Recuerda que eres un siervo indigno
Debemos recordar que somos indignos, ya que como cristianos cumplimos con nuestro deber, no debemos sentirnos superiores y mejores que nadie.
Es importante servir al Señor con humildad.
El perdón es la base de nuestra relación con Dios, quien perdonó nuestros pecados gratuitamente y nos hizo sus hijos por su clemencia y misericordia. Gracias a su perdón por medio de Jesús, nosotros no tenemos que pagar la deuda por nuestros pecados.