MADUREZ EN LA ORACIÓN – I Parte

Madurez en la Oración – I Parte (Santiago 5:13-20)
(Serie: La epístola de Santiago, madurez espiritual)
Como cristianos debemos participar tanto de la oración individual como de la oración corporativa en comunidad.

Recordar que Jesucristo, sin importar las circunstancias, siempre tomaba el tiempo para hablar con Dios, su Padre.
Se trata de pasar tiempo día a día con el Creador del Universo… No hay cosa más importante en la vida de un cristiano que la oración íntima con Dios.
Dios está obrando en nuestras vidas y usa todo lo que nos sucede diariamente para hacernos más maduros, por lo tanto, debemos enfocarnos en entender como lo usa para nuestras vidas.
Tenemos dos opciones: la de vivir una vida llena de problemas que no produce nada. Y la de tener una vida llena de problemas, pero que produzcan madurez y crecimiento en nuestras vidas, lo cual logramos solo a través de la oración, pidiéndole al Señor que nos enseñe y moldee.
Así como conversamos frecuentemente con nuestros amigos cercanos y pareja, debemos hacerlo con Dios.
Santiago 1:5 nos dice que si tenemos falta de sabiduría, pedirla a Dios en oración y Él nos la dará en abundancia.

¿En qué escala de la oración nos encontramos?

En el extremo, donde no oramos para nada
En el otro lado, tratamos la oración como un medio para conseguir algo, pues esta oración la enfocamos en nosotros y no en Dios.
¿Oramos demasiado emocionalmente que hacemos un show?
Hay un lugar medio en la escala, una forma sana, la oración es la forma como podemos hablar con Dios.

Hay formas como nos podemos acercar a Dios todopoderoso en oración, que nos llevará a una relación más íntima con Él:

Hablar continuamente con Él y al mismo tiempo Dios nos responde a través de su Palabra
La oración va más a allá de solo oración de petición. Quiere que lo adoremos, que lo busquemos para sabiduría y guía. Pasar tiempo con Dios sin pedirle nada en ocasiones.
Hablar con Dios acerca de Él y no de nosotros mismos. Enfocarnos en adorarlo y decirle cuán grande y amoroso es

Dos ideas acerca de la oración personal y la oración en comunidad

Orar por aquellos que están sufriendo – Forma madura (Santiago 5:13)

¿Qué es lo primero que hacemos ante un problema? ¿Oramos? ¿Es nuestra primera reacción? ¿Es Dios nuestra fuente?
Si alguno está sufriendo emocionalmente/físicamente: ante cualquier dificultad/problema sufrimiento, nuestro primer reflejo debe ser la oración.
¡Antes de ir a otros y pedir oración debemos primero orar!!
Tomaríamos mejores decisiones si primero tomamos el tiempo de orar. Es pausar y orar, no con una respuesta instantánea, sino una pausa para ir a Dios.
También tiene un mensaje para la congregación. ¿Sabemos quiénes son los que están pasando por dificultades? Quizás nosotros podemos ser su mensaje de Dios, pero siempre podemos orar por ellas. ¿Y cómo deberíamos orar por ellos? Debemos ir al Señor y pedirle que les dé sabiduría y que los ayude a crecer y madurar.
Debemos orar que Dios use las situaciones de las personas para transformarlos más como Cristo.

Orar por aquellos que están enfermos – Forma madura (Santiago 5:14-15)

La primera realidad que debemos enfrentar es que no todas las personas por las que oremos por sanidad serán sanados. En la Biblia se encuentra la explicación.
Hay un orden y pasos para orar por los enfermos. No irse a los extremos como que Dios sana siempre en cada ocasión o que Dios nunca sana.
Dios sana solamente de acuerdo a una cosa, a su voluntad, a sus propósitos.
El otro extremo tampoco es cierto porque hoy en día Dios hace milagros, pero no a solicitud como máquina expendedora. Dios sigue sanado de acuerdo a su voluntad. Lo vemos en 2 Corintios 12, cuando Pablo ora para que Dios le quite el aguijón de la carne (quizás alguna enfermedad) y Dios le responde que le baste Su Gracia; Él sana según su voluntad.
¿Debemos orar por los enfermos? ¿Pero eso garantiza sanación? No. Si es la voluntad de Dios, esa persona será sana… Confiamos en Dios para los resultados.
La clave es “conforme a su voluntad”, lo vemos en 1 Juan 5:14-15
Dios puede no sanar, pues obtiene más gloria y perfecciona a sus hijos en algunos casos al no sanar. No sabemos los propósitos y planes de Dios.
Si le pedimos en oración que se haga según su voluntad, esta oración siempre será respondida.
Muchas veces nos dicen que la persona no es sanada por falta de fe, pero vemos en los milagros de Jesús, Él no dependía de la fe de las personas para sanarlos, ni sanó a absolutamente a todas las personas. Sanaba de acuerdo a su voluntad.
El resultado de la sanación solo depende de la voluntad de Dios, no de la cantidad de fe, ni la fuerza con la que oremos. Solo conforme con SU VOLUNTAD.

Aplicaciones:

Para el creyente que ha orado y no ha sido sanado, ¿Qué me quiere enseñar con esta dificultad? Pero la paz y la sabiduría y confianza viene de la oración.
¿Oras? ¿Todos los días? ¿Crees que cuando oras, Dios te escucha? El reto esta semana es hacer de la oración una rutina. Haz de la oración personal una prioridad en tu vida.
¿Cómo oras? ¿Oras porque la voluntad de Dios sea hecha? 0, que sea hecha tu voluntad?
¿Cómo ves la sanación? ¿Qué opinas acerca de la sanación? Elimina tus doctrinas previas acerca de la sanación.