PODEMOS TENER PAZ EN ESTE MUNDO TURBULENTO
¿Qué significa ser una persona que tiene paz?
No tiene que ver con la falta de reacciones emocionales ni de alguien que todo el tiempo tiene actitud irracionalmente positiva, sino que sabremos cuando alguien tiene verdadera paz por la manera en que responde frente a situaciones difíciles.
Jesús siempre expresó sus emociones, pero también tenía verdadera paz, aun en medio de la tormenta… Solamente Jesucristo nos puede proveer esta paz.
Ser personas que caminan en paz no solo para propio beneficio, sino por la forma en que nuestras reacciones afectan a quienes nos rodean.
Personas que caminan en la paz de Dios atraen a otros, es decir, pueden evangelizar más efectivamente.
Dios quiere que sus hijos vivamos en toda situación, con paz verdadera. ¿Cómo lo podemos lograr?
1. Entendiendo nuestras relaciones con otros de manera apropiada (Juan 16:17-18) – Cuando intentamos buscar paz en otras personas podemos obtener el resultado contrario.
Acércate directamente al Señor a través de su palabra y la oración y los consejos de quienes se basan en la palabra de Dios.
2. Entendiendo el principio de «el gozo producido del sufrimiento» (Juan 16:9-22) – Jesús no nos dice que el gozo reemplaza a las dificultades, sino que los problemas, dolores y pruebas producen gozo. Sin la cruz no tendríamos la promesa del gozo de la resurrección.
3. Entendiendo el privilegio y la provisión de la oración (Juan 16:23-24) – «Hasta ahora no han pedido nada en mi nombre. Pidan y recibirán, para que su alegría sea completa.»
¡Juan 16:24 NVI
Tendremos paz al pedir al Padre en el nombre de Jesús y recuerda las veces que él te ha respondido! ¡Sé agradecido por este privilegio!
4. Entendiendo la proclamación de la divinidad de Jesús (Juan 16:28-30) – cuando los discípulos entendieron la divinidad de Jesús, comprendieron todo de lo que Jesús, 100 % Dios y 100% hombre, era capaz y que sus promesas son verdaderas, nos da paz en medio de las tormentas.
«Yo les he dicho estas cosas para que en mí hallen paz. En el mundo afrontarán aflicciones, pero ¡anímense! Yo he vencido al mundo «Juan 16:33 – NVI