“UN DESAYUNO PARA RECORDAR” (Juan 21:1-17)

02/11/2025

“UN DESAYUNO PARA RECORDAR” (Juan 21:1-17)

Passage: Juan 21:1-17
Tipo De Servicio:

La vida está llena de momentos inesperados que sacuden nuestra fe, tal como una tormenta repentina en alta mar. Así como los discípulos enfrentaron el viento y las olas, nosotros también atravesamos dificultades, pruebas y situaciones que parecen desbordarnos. El pasaje de Marcos muestra que estas tormentas no solo son inevitables, sino que tienen un propósito mayor: enseñarnos a confiar más profundamente en Jesús, quien tiene autoridad sobre todo lo que nos rodea.

El mensaje puede resumirse en los siguientes elementos:

1. Jesús siempre está presente y conoce nuestras necesidades

Aunque muchas veces no lo vemos o no lo reconocemos, Jesús está a nuestro lado en cada situación. Él sabe exactamente lo que necesitamos, nos provee y nos invita a confiar en Su cuidado. La historia del desayuno con los discípulos muestra que Jesús prepara todo antes de que lo pidamos y se revela en medio de lo ordinario.

2. Jesús restaura a quienes ama

El diálogo entre Jesús y Pedro refleja un proceso de restauración y perdón. A pesar de las fallas pasadas, Jesús ofrece nuevas oportunidades para demostrar amor y fidelidad. Su pregunta “¿Me amas?”, no busca condenar, sino sanar y renovar el corazón para volver a servir con propósito.

3. El amor verdadero a Jesús se demuestra en el servicio a otros

La respuesta a ese amor es obediencia. Cuando Jesús dice “Apacienta mis ovejas”, nos enseña que amarle, implica cuidar, enseñar y guiar a los demás. No basta con creer, también debemos servir, discipular y ayudar a otros a crecer espiritualmente.

4. El poder del Espíritu Santo nos capacita para cumplir el llamado

Pedro pasó de ser temeroso a valiente cuando fue lleno del Espíritu Santo. Esto muestra que no actuamos en nuestras fuerzas, sino en el poder de Dios. El Espíritu nos da valor, sabiduría y fortaleza para hablar de Cristo y vivir conforme a Su voluntad.

5. Seguir a Jesús tiene un costo, pero también plenitud

Jesús invita a Pedro a seguirle sabiendo el precio que implicaría. Ser discípulo requiere entrega, humildad y disposición a obedecer, aun en medio de la dificultad. Sin embargo, en esa entrega encontramos la plenitud y propósito verdaderos.

6. Madurez espiritual y misión van de la mano

Crecemos espiritualmente mientras servimos, y servimos mejor a medida que crecemos. La vida cristiana es un equilibrio continuo entre madurar en Cristo y cumplir Su misión. Como Pedro, somos llamados a avanzar paso a paso: madurez, misión, madurez, misión.

El mensaje nos recuerda que Jesús nunca deja de buscarnos, incluso cuando estamos distraídos, cansados o alejados. Él se acerca con ternura, nos provee, nos restaura y nos vuelve a llamar a seguirle. Así como Pedro fue perdonado y enviado nuevamente a cuidar de las ovejas, también nosotros somos invitados a vivir una fe activa, guiada por amor y por el poder del Espíritu Santo. Seguir a Jesús no es un camino fácil, pero es el único que llena el corazón de propósito y esperanza. Al contemplar Su presencia y obedecer Su voz, encontramos la verdadera plenitud: una vida centrada en Cristo, madura en la fe y dispuesta a servir a los demás para la gloria de Dios.