CRISTO, EL REGALO SUPREMO. Parte 2 – El Regalo Recibido
Serie: Cristo, el regalo supremo
Parte 2: El regalo recibido
Expositor: Pastor Todd Tillinghast
En Isaías se profetizó acerca de la venida del Mesías, Jesucristo. Hoy reflexionaremos sobre el regalo recibido en su nacimiento. Los pastores, las primeras personas que escucharon esta noticia después de José y María, nos muestran cómo responder ante esta maravillosa verdad: con adoración, proclamación y reflexión. El nacimiento de Jesús nos recuerda que en Él encontramos salvación, paz con Dios y el cumplimiento de su plan eterno.
Tipos de respuestas al nacimiento de Jesús
- Respuesta de los ángeles en el cielo (Lucas 2, 8-14)
El nacimiento de Jesús en Belén cumplió las profecías al mostrar cómo Dios soberanamente dirige la historia. Un censo decretado por el emperador llevó a María, a punto de dar a luz, al lugar indicado. En este evento, los cielos se abrieron ante humildes pastores, quienes presenciaron primero la aparición de un ángel, a quien temieron, seguido de una multitud de ángeles que adoraban a Dios. Proclamaron la gloria de Dios y anunciaron paz a la humanidad a través del Salvador. Este momento marcó el inicio de la salvación, lo que nos recuerda que nuestra respuesta debe ser también de adoración y gratitud por el gran regalo de Cristo.
- Respuesta de los pastores en la tierra
La respuesta de los pastores fue inmediata: decidieron ir a Belén para comprobar lo que habían escuchado sobre el nacimiento del Salvador. Al llegar, encontraron al bebé envuelto en pañales y acostado en un pesebre, cumpliéndose la señal que se les había dado. Experimentaron a Cristo personalmente al tener un encuentro directo con Él. Después, compartieron con otros lo que se les había anunciado y quienes los escuchaban quedaban asombrados. Los pastores no guardaron silencio, sino que proclamaron la llegada del Mesías, quien traería paz con Dios. Así como ellos, nuestra respuesta debe ser proclamar el mensaje de Jesús y resaltar el verdadero significado de la Navidad: que vino a salvarnos de nuestros pecados.
- Respuesta de María
La respuesta de María fue guardar y meditar en su corazón todo lo que estaba sucediendo (Lucas 2, 19). Ella atesoró esos momentos al reflexionar sobre el nacimiento del Salvador. Probablemente, sentía una mezcla de gozo por el cumplimiento de las promesas de Dios y agotamiento por las circunstancias, junto con la inmensa responsabilidad que compartía con José de criar al Hijo de Dios. María valoró profundamente lo que Dios estaba haciendo a través de ella y reconoció el impacto, no solo en su vida y familia, sino también en toda la humanidad.
La historia no se detiene con el nacimiento de Jesús, puesto que vivió una vida perfecta, sin pecado, cumpliendo completamente la Ley por nosotros. La Navidad nos recuerda que nuestra salvación no está en las cosas terrenales, sino en el sacrificio de Cristo, quien vino a cumplir lo que nadie más podía hacer.
Las tres respuestas al nacimiento de Jesús nos enseñan lecciones profundas sobre cómo debemos reaccionar ante la venida del Salvador. Los ángeles, al adorar y anunciar el nacimiento, nos muestran la importancia de alabar a Dios por su plan de salvación y la paz que trae a la humanidad. Los pastores, al buscar y experimentar a Cristo por sí mismos, nos enseñan la necesidad de investigar y proclamar el mensaje de salvación con gozo. María, por su parte, reflexiona y valora lo que Dios estaba haciendo a través de ella, recordándonos que la Navidad no solo celebra el nacimiento de Jesús, sino toda su vida y su sacrificio por nuestra salvación.