DIOS NO TIENE NIETOS / God doesn’t have grandchildren

Dios no tiene nietos
Dios inspiró todas las sagradas Escrituras y tenemos una hermosa imagen “entender que Jesús murió por nuestros pescados para que pudiésemos ser adoptados por Dios”.

Veremos cuatro puntos importantes:

Somos adoptados por el Hijo – Jacob está poniendo todo en orden antes de su muerte. Llama a José y sus hijos para darles su bendición. Jacob reclama como sus hijos a Efraín y Manases. Aquí vemos la primera imagen de adopción en la Biblia. Los hijos de José no eran bebés, entonces ¿por qué Jacob los adopta, estando en sus últimos días? Jacob hace esto debido a José, a su amor por él y desea bendecirlo con una doble porción. Vemos que no hay tribu de José, sino dos tribus de sus hijos (Efraín y Manasés). Jacob bendice la siguiente generación debido a José. Nosotros somos bendecidos debido a Jesús, así que le pertenecemos a Dios y somos adoptados en su familia. Somos hijos del Padre eterno; es un vínculo que no se puede romper, nos da identidad. Nuestro corazón anhela pertenecer y ser parte de una familia.
Somos bendecidos por el Hijo, debido a Cristo- nosotros le pertenecemos a Dios de la misma manera que Cristo le pertenece. En Génesis 48:15-16 tenemos tres tipos de bendiciones:

Podemos caminar delante del Señor: caminando rectamente, en justicia delante del Señor, por lo que Cristo hizo por nosotros, mediante su sangre preciosa que nos protege.
Dios es nuestro pastor, nos guía y lo hará hasta el final. El pastor alimenta a sus ovejas; para nosotros ese alimento es la Palabra de Dios.

Somos redimidos por el Hijo – La tercera bendición es que somos redimidos por Cristo. En Génesis 48:16 nos dice que “El Ángel nos ha salvado de todo mal” (es Cristo). Éramos enemigos de Dios y debido a la sangre de Cristo somos redimidos. Esto tenía que suceder antes de ser adoptados, debíamos ser limpiados del pecado.
Fuimos escogidos por Él – somos escogidos por gracia debido a Cristo. Dios tiene la forma de extender su gracia a quien Él desee y no según los estándares del mundo (lo vemos cada vez que se da la bendición al segundo hijo y no al primogénito), porque no es por obras, y no hay nada que podamos hacer para ganarnos eso. Es solamente debido al Hijo, debido a Cristo.

Aplicación 
Romanos 8 nos dice que solíamos ser esclavos del temor. Dios nos rescató y nos hizo sus hijos. En nuestro tiempo de oración y a solas con Dios meditemos y reflexionemos en esto: somos adoptados por Dios, hemos sido redimidos por el Hijo.
¿En qué áreas de mi vida estoy descansando en mis propias obras, fuerzas, talentos, habilidades?
Vimos cómo José trae sus hijos a Jacob y como Jesús nos lleva a Dios, al Padre.
Dios nos dice: “Tú eres mío”