UN LEGADO QUE TRASCIENDE

Un Legado que Trasciende (Hebreos 12:1-2)
Oliver Marín. Vicepresidente de Cru Global para Latinoamérica y el Caribe
Lo que estamos viendo en esta carta es que la Iglesia estaba experimentando una fuerte persecución. Y muchos cristianos estaban pensando echar reversa con el cristianismo. Otros estaban volviendo a las prácticas del judaísmo, mezclándolas con el cristianismo. El autor se enfoca en hablarle a una iglesia mayormente inmadura, en demostrar que Jesús era confiable y hace una invitación a perseverar y confiar a pesar de las pruebas y el sufrimiento.
La carta a los Hebreos está compuesta de varias secciones:
En los capítulos 1 y 2 el autor de Hebreos se enfoca en los ángeles y la Torá. Los judíos daban mucha predominancia a los ángeles y el autor de Hebreos explica por qué Jesús es superior.
Del capítulo 3 al 4, se nota que los judíos le dan prioridad a Moisés y al tema de la tierra prometida, y el autor recapitula y les dice ¡No, Jesús es superior también a Moisés!
Del capítulo 5 al 6 el autor se enfoca en el sacerdocio del Antiguo Pacto vs. el sacerdocio del Melquisedec, que venía del linaje del Rey Eterno, y que Jesús es superior a esos sacerdotes, es el sumo sacerdote por excelencia.
En los capítulos 8 y 9 hace otras comparativas de los sacrificios de los animales vs. el Nuevo Pacto, y en esa comparativa, el autor dice ¡Jesús es superior!
En cada una de estas secciones no solamente el autor dice que Jesús es superior, sino también denota que hay una advertencia a revisarse uno mismo.
En los capítulos 11 al 13 el autor les pide que sigan a los modelos de la fe y dice que Jesús es confiable y no nos va a abandonar. El capítulo 12 es una invitación a perseverar en la fe cristiana, imitando el ejemplo de fidelidad y de compromiso de vida de los que han caminado con Dios anteriormente.
En el capítulo 11 vemos una lista de personas que son héroes de la fe, desde el inicio de la creación, hombres y mujeres que son un referente de vida, no fueron perfectos, pero tenían una disposición en el corazón de servir y vivir a Dios. Debemos imitar el buen legado de los que nos preceden.
Por eso cuando yo veía este versículo pensaba en Mary, porque se ha convertido en un referente, en vida y en la muerte para todos nosotros. Fue una mujer que vivió conforme al corazón de Dios, con intensidad y dispuesta a vivir lo que el Señor tenía para ella; cumplir la misión como esposa, como mamá, como una líder que estaba comprometida con la Gran Comisión, y ha sido un ejemplo para nosotros, ha hecho un gran impacto en nosotros y aún ya no estando con nosotros sigue evangelizando y discipulando.

Dos principios:

Imitar el buen legado de los que nos preceden – Es sumamente importante porque nos ayuda a plantearnos qué tipo de legado queremos dejar, cómo es el tipo de vida que estamos viviendo.
Nuestro legado trasciende para la eternidad – Nuestro legado en Cristo va mucho más allá de lo que hagamos en nuestra vida. Así como vemos esa lista que está en las escrituras, el Señor nos provee una lista de hombres y mujeres que conocemos en nuestras vidas que se convierten en un ejemplo importante para la eternidad.
Mary es una mujer que imitó a Jesús y ella con toda autoridad hoy desde el cielo nos da un legado para que podamos imitar su vida (1 Corintios 11:1).
Hebreos nos dice también que debemos despojarnos del lastre que nos estorba. Ese lastre pueden ser diferentes cosas en nuestras vidas: raíces de amargura, tristeza, falta de perdón, cosas que vienen de nuestra antigua vida.
El versículo dice específicamente “el pecado que nos asedia”. Aquí significa que estorba en toda dirección. Para terminar bien la carrera debemos despojarnos de ese lastre que es el pecado que no deja avanzar.
Otro pasaje que apoya esta idea es Colosenses 3:5 cuando el apóstol Pablo dice haced morir, pues, lo terrenal, y menciona una serie de pecados. Debemos entrar en el proceso de hacer morir lo que está latente en nosotros con la gracia de Dios, vivir la vida llena del Espíritu Santo es sumamente clave.
La última parte dice “corramos con perseverancia la carrera que tenemos por delante”. La perseverancia es una de las marcas del verdadero creyente y fue una marca distintiva de Mary. Estamos en una carrera (2 Timoteo 2:5), el Señor nos ha llamado a correr, por eso debemos quitarnos lo que nos estorba y correr con paciencia, con perseverancia, en el camino que ya sabemos que es limitado, temporal y por eso es sumamente importante poder entender esta realidad para poder vivirla en las manos del Señor para Él.
Estamos en una carrera que tiene un comienzo y un final en Cristo. Jesús nunca nos mandó a hacer algo que Él mismo no hizo. Jesús, siendo Dios se hizo hombre, vino aquí a la tierra, vivió entre nosotros, fue obediente, vivió un ejemplo de sacrificio, de entrega total, corrió la carrera voluntariamente, determinadamente, con perseverancia, entregó su vida por nosotros, derramó su sangre en la cruz para que ahora nosotros estemos enteramente capacitados para vivir la vida cristiana.
La vida cristiana tampoco se vive sola. Jesús nos mandó un ejemplo de vida junto con sus discípulos para que nosotros también fuésemos imitadores de esa verdad. Vamos juntos en la carrera cristiana, ese es otro plus que tenemos, vivir en comunidad. Todos juntos corremos la vida cristiana, unos a un ritmo, otros a otro, pero todos vamos juntos a una meta que es Cristo Jesús.

Pasos de acción:
Tomemos un tiempo para reflexionar: ¿Quiénes son las personas que están influenciando nuestro caminar hoy en día, a quién estoy siguiendo, cómo estoy corriendo la carrera cristiana? ¿Qué está pasando en mi corazón, en lo privado, qué cambio necesito en mi vida espiritual? Son tiempos difíciles, complicados en medio de una pandemia y muchos decidieron apartarse del Evangelio, otros decidimos seguir perseverando hasta el final. Tenemos un compromiso muy fuerte, Mary no sembró en vano, todos estamos llamados a continuar la misión y terminar bien la carrera.