PEDIR, BUSCAR, LLAMAR – El Sermón del Corazón
Pedir, Buscar, Llamar (Mateo 7:7-11)
La oración para Jesús era constante, como respirar. Aquí Jesús hace énfasis en la necesidad que tenemos como seguidores de pasar tiempo en oración y pedir por nuestras necesidades.
La audiencia de Jesús era de judíos pobres, oprimidos por los romanos, por lo que les decía que le pidieran al Padre lo que necesitaban.
¿Realmente confiamos y le creemos en Dios?
De manera superficial muchas veces decimos que Dios proveerá, pero en el fondo a veces creemos que Dios no escucha nuestra oración, o que no nos responde, o que no nos dará lo que pedimos.
La analogía base es el cuidado parental
Lo más lógico es que un niño pequeño vaya a sus padres y pida lo que necesita. Es lo natural
Nosotros, como hijos de Dios, también deberíamos de forma automática y natural ir inmediatamente a Dios al tener necesidad y confiar en nuestro Padre Celestial.
3 maneras en las cuales podemos confiar en Dios
Podemos confiar en su tiempo. (Mateo 7:7-8)
Jesús usa tres palabras: pide, busca, llama. La mejor forma de entenderlo es una progresión de intensidad en oración y mejor entendimiento de como Dios responde nuestra oración.
Primer paso: pedir – Dios a veces responde rápidamente, inmediatamente.
Segundo paso: buscar – hemos estado orando continuamente por algo en nuestras vidas sin recibirlo. Dios quiere que lo busquemos, que vayamos más allá de obtener solamente la respuesta rápida a la oración… Desea que le busquemos a Él en oración, con todo nuestro corazón. La demora en la respuesta causa que doblemos las rodillas y lo busquemos más.
Tercer paso: llamar/tocar – Es ese tipo de persistencia de buscar a Dios con todo el corazón e intensidad. Dios no es una máquina expendedora; Él desea acercar nuestro corazón. El tiempo de Dios es perfecto; muchas veces diferente al nuestro, que queremos todo enseguida.
Podemos confiar en sus motivos. (Mateo 7:9-11)
Mismo argumento de menor a mayor de la analogía parental. Si nosotros como padres humanos sabemos cuidar a nuestros hijos, entonces cuanto más nuestro Padre perfecto, recto, bueno, santo.
Los humanos que están en este estado pecaminoso y aun así saben cuidar a sus hijos y darles buenos regalos, imagínense cuanto más Dios.
Dios nos creó con esa naturaleza del cuidado parental por tres motivos: 1) nuestra naturaleza biológica, 2) vínculos con el hijo, 3) el hijo es dependiente del padre.
Así mismo nosotros somos completamente dependientes de Dios. ¡No pudiésemos sobrevivir sin Dios!
Lo otro es confiar en que Dios, siempre que nos provea, nos dará justo lo que pedimos/necesitamos.
La idea es entender que Dios no nos va a engañar, a dar cosas opuestas o cosas que nos dañen. ¿Confiamos en Dios? ¿Por qué pienso que Dios me dará lo contrario?
¡La promesa es que Dios da buenas cosas a sus hijos!
Podemos confiar en su provisión. (Mateo 7:11)
Si incluso los malos dan buenos regalos a sus hijos, más aún Dios nos da buenas cosas, cosas maravillosas.
Santiago 1:16-17. Todo lo bueno viene de Dios. ¡Toda buena dádiva viene de lo alto, de Dios! Lo que Dios nos da es bueno. Lo que Dios provee es bueno, lo que necesitamos, lo mejor para nosotros.
Aplicaciones:
¡Dios les da a sus hijos lo que piden! Cuando sus hijos tocan, Él abre; quizás no en tu tiempo, pero él abre. Si aún no eres un hijo de Dios, recíbelo como Señor y Salvador de tu vida.
Si ya eres un hijo de Dios, continúa pidiendo, buscando y llamando en oración. Dios te ama y quiere que lo busques y te acerques.
Se honesto, real y vulnerable con Dios. ¿Hay áreas en mi vida en las que no confío plenamente en Dios? Pedirle a Dios que me ayude a confiarle todas mis áreas.