CARRERA DE RESISTENCIA
Título: Carrera de resistencia (Santiago 1, 1-4)
Expositor: Pastor Eudilio Guardia
«Santiago, siervo de Dios y del Señor Jesucristo: A las doce tribus que están en la dispersión: Saludos. Tened por sumo gozo, hermanos míos, el que os halléis en diversas pruebas, sabiendo que la prueba de vuestra fe produce paciencia, y que la paciencia tenga su perfecto resultado, para que seáis perfectos y completos, sin que os falte nada» (Santiago 1, 1-4).
La carta de Santiago se le atribuye a Santiago, el hermano de Jesús. Al comienzo de la carta, se refirió a sí mismo como «siervo de Dios y del Señor Jesucristo». Pareciera un saludo normal, pero fue contraproducente en aquella época, ya que la palabra «siervo»equivale a «esclavo», que proviene del griego doulos, una persona que está sometido permanentemente a la voluntad de otra persona. Con esta declaración, Santiago expresó su entrega completa a Dios. Logró llegar a un nivel alto de dependencia, entrega a Dios y de negación. De igual manera, declaró que Jesucristo es Dios, lo que era una manifestación en contra del poder político en aquellos tiempos. Lo reconoció no solo como el Mesías, sino también como su Dios.
Al inicio de la vida cristiana, el concepto de ser cristiano no es claro para muchos. Es importante saber que la vida cristiana implica resistencia y para poder desarrollarla, debemos pasar por pruebas en nuestro proceso de crecimiento.
Podemos desarrollar las siguientes ideas de los versículos 1-4:
Si nuestra vida espiritual está fundamentada solo en ideas, doctrinas o pensamientos terrenales errados, no podremos sostenernos en el tiempo. Estar seguros de nuestra identidad, habla de nuestra condición espiritual, por lo que, ante cualquier adversidad, si estamos parados en la roca y sabemos quién es Jesús, no seremos movidos con facilidad.
De este pasaje aprendemos a avanzar y permanecer juntos en esta carrera de resistencia, ya que la vida cristiana se vive en comunidad. Nos necesitamos mutuamente en este caminar.
La idea de Santiago está ligada a lo que Jesús mencionó en Mateo 5, 10-12: «Bienaventurados aquellos que han sido perseguidos por causa de la justicia, pues de ellos es el reino de los cielos. Bienaventurados seréis cuando os insulten y persigan, y digan todo género de mal contra vosotros falsamente, por causa de mí. Regocijaos y alegraos, porque vuestra recompensa en los cielos es grande, porque así persiguieron a los profetas que fueron antes que vosotros». Jesús afirmó que habrá pruebas y que es parte de la vida cristiana, pero frente a estos desafíos, debemos alegrarnos en medio de ellos porque sabemos lo que producen: paciencia.
Las pruebas producen paciencia y perfección. Son para nuestra prosperidad espiritual. Es por esto por lo que son necesarias para terminar bien la carrera. Es sufrir sin rendirse, por el contrario, de una espera pasiva.
A pesar de lo difíciles que pueden llegar a ser las pruebas, tenemos la esperanza que al final de ellas llegaremos a ser completos y perfectos en Cristo, es decir, que lograremos la madurez. A medida que desarrollamos nuestra constancia, vamos madurando. Cuando no existe ese entendimiento, nos quedamos estancados en el medio de la carrera. Por lo tanto, debemos desarrollar una disciplina de resistencia, junto con otras personas, con vidas sometidas al Señor.
Que el Señor nos fortalezca para que podamos resistir y pararos firme. Al final, no es lo que creemos, sino lo que la Biblia dice, por eso es importante apegarnos a la Palabra, entender qué dice la Biblia acerca de la vida cristiana y vivir de acuerdo a eso. Debemos estar claros de que la prueba es el vehículo que nos lleva hacia la madurez y la formación del carácter de Dios en nosotros.