CRISTO EN LA PASCUA – Parte 11 ( Éxodo 11-12:32)
CRISTO EN LA PASCUA (Éxodo 12:1-14)
Serie: Éxodo «Libertad, rescate y responsabilidad» – Parte 11
La noche antes de que los israelitas salieran de Egipto, Dios instituyó la fiesta de Pascua. Eso corresponde a lo que los cristianos hoy en día celebramos como Santa Cena del Señor.
Cristo es el cordero sin mancha de la Pascua.
La primera vez que se da un sacrificio sustitutivo es cuando Dios provee un cordero en el lugar de Isaac, el hijo que Dios le había prometido a Abraham. En principio, Dios le dijo que lo sacrificara. Génesis 22:9-17. Esto no fue solo una prueba de fe para Abraham, también era una demostración de lo que Cristo haría después.
Dios hizo esto para mostrar el pago que se requiere por el pecado. La Biblia nos enseña que si no hay derramamiento de sangre no puede haber perdón de pecado.
En Egipto, el ángel de la muerte mató solo a los primogénitos de los egipcios, no entró a la casa de los israelitas por una razón: la sangre de los corderos que pintaron en las puertas. Esa fue la única diferencia entre Israel y Egipto. Éxodo 12:23. No se trataba de que los israelitas fuesen mejores, hubiesen sido esclavizados por 400 años o porque fuesen el pueblo escogido. Hubo un sacrificio sustituto en cada hogar.
En el mundo antiguo, el primer hijo varón era la joya preciosa. Jesucristo no solo es el hijo unigénito de Dios. Fue el último sacrificio, perfecto, el mejor de todos.
En la última cena de la Pascua, un día antes de ser sacrificado, Jesús dijo a los apóstoles que, así como el pan era partido, así su cuerpo sería quebrado en la cruz.
A partir de la muerte de Jesús en la cruz no se requiere ningún sacrificio para llegar al Padre.