EL MODELO DE CONVERSACIÓN CON DIOS:: ¿Cómo no hablar con Dios? – Parte 1

12/06/2022

EL MODELO DE CONVERSACIÓN CON DIOS:: ¿Cómo no hablar con Dios? – Parte 1

El Modelo de Conversación con Dios: Cómo No Hablar con Dios – Parte 1 (Mateo 6:5-8)
Nuestra conversación con Dios debe estar basada en quién es Él y nuestra relación con Él.

¿Cómo nosotros los seres humanos hablamos con el creador del universo? ¿Cómo tenemos esa conversación real con Dios?

Dios nos habla a través de la palabra y nosotros con Él a través de la oración.
Nosotros hemos pecado contra Dios, y hay una separación, lo que hace que la comunicación con Dios sea más difícil.
Por ende, los judíos oraban de forma ritualista, con sumo respeto; pero no tenían una relación personal, cerca íntima con Dios.
Jesús vino a cambiar eso. Su ministerio era sobrecargado con oración. Oraba mucho antes de cada decisión y su vida estaba saturada con oración.
Jesús nos enseñó cómo comunicarnos con Dios, a hablar con Él de la forma correcta (Lucas 11:2-4)
¡Dios es una persona, quiere que hablemos con Él! No solo escribir en un diario, escuchar un devocional. Quiere escuchar tu corazón ♥️
Jesús está invitándonos a una relación personal que está basada en nuestra oración personal.
Si pensamos, y nuestro devocional es solo adorar cada mañana y escribir en un cuaderno, eso no es suficiente. La vida de oración personal es crucial en nuestra vida cristiana.

Tres (3) realidades acerca de Dios que deben impactar y formar nuestra vida de oración:

Dios ve. (Mateo 6:5-6)

Si no somos auténticos al hablar con Dios, eso lo insulta, no le agrada. Él es real y nos ve.
Si oramos para buscar beneficio de que otras personas nos observen, estamos insultando a Dios, porque estamos usándolo para obtener un beneficio terrenal. Por ejemplo, a veces queremos impresionar a otros con nuestra espiritualidad y esto es buscar nuestro propio beneficio.
No tienes necesidad de hacer esto porque Dios nos ve en todo momento, Él conoce nuestro corazón.
Debemos querer entrar en Oración para pasar tiempo con Dios y no para impresionar a otros. ¡Y la mejor manera de hacerlo es orar solo!
Dios es nuestra persona íntima; le contamos todo lo que sentimos, lo que no hablamos con nadie, nuestros secretos, somos vulnerables.
Si practicamos este tipo de oración personal, Dios nos recompensará (Dios, quien ve tu corazón en lo secreto, te va a recompensar).

Dios escucha. (Mateo 6:7)

Dios tiene oídos, y Él entiende. Cuando hablamos con Dios nos entiende totalmente. Incluso las repeticiones en nuestras oraciones es una forma de manipulación hacia Dios.
Palabrerías y repeticiones vanas es sumamente ofensivo para Dios que tiene oídos y es inteligente. Repetición es como si dijeras que Dios no te ha entendido… Y por eso necesito repetirlo.

Dios sabe. (Mateo 6:8)

La gran paradoja de la oración. Nuestro Padre sabe de antemano lo que necesitas antes que se lo pidas. Entonces, ¿si Dios sabe lo que necesito por qué debo orar?
Pero el propósito de orar no es informar a Dios de algo, sino que más bien tiene que ver con esa dependencia que vamos a desarrollar para ir delante de Dios con nuestras peticiones.
No podemos recibir a menos que deseemos y si deseamos vamos a orar.
Las cosas que valen la pena, vale la pena pedirlas. ¡Dios quiere enseñarnos esto!, que aprendemos a pedir por nuestras necesidades y así crear vínculos estrechos con Él.
Cada vez que derramamos nuestros corazones delante de Dios, estamos diciéndole que lo necesitamos y que dependemos totalmente de Él.

Aplicaciones:

Evalúa tu tiempo de oración. ¿Pasas más tiempo haciendo otras cosas en lugar de orar? ¿Hablas con Dios? ¿Derramas tu corazón?
Realmente toma un tiempo diariamente para hablar con Dios. Crea el espacio, sé intencional de tener un tiempo a solas con Dios.
Anima a otras personas a la oración. Rendir cuentas los unos a los otros, comentarles que me habló Dios a través de Su Palabra.

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