EL REGALO DE DIOS PARA TÍ
Dios nos habla palabras de ánimo. Jesús estaba hablando con sus discípulos en el discurso del aposento alto (Juan 13-17) esa noche antes de que Él muriera en la cruz.
Jesús en este punto estaba lleno de paz, los discípulos estaban ansiosos y angustiados por lo que sucedería. Es aquí donde les dice ustedes, no tienen paz, pero yo le daré mi paz.
Aplicaciones:
Que no se turbe su corazón (Juan 14:27). Esto es una ordenanza
No estén ansiosos y con temor
Debemos orar por todo en todo momento
Con acción de gracias (Filipenses 4:6)
Jesús les dice “La paz les dejo”. ¿Qué significa paz? Los judíos usan la palabra Shalom, más que un saludo, es un deseo que estés completo en todo lo que es bueno, es una bendición global, un sentido de plenitud total, de bienestar. El nuevo testamento fue escrito en griego y la palabra es “Irene” – es el mismo concepto de Shalom, un alma satisfecha, que está en reposo, en descanso. Jesús les dice: “la paz os dejo”. Al día siguiente Él iba a morir y estaba diciéndole como un testamento que los que les dejaría sería la paz, que Él se iría, pero les dejaría su paz.
Jesús dice “Mi paz les doy”, es la paz más poderosa que un ser humano pueda tener.
Agrega, “yo no se las doy como el mundo se las da”. Hay una gran diferencia en la manera en que Jesús nos da la paz y el mundo nos da paz (crea una pseudo paz, no una paz verdadera). Su paz está basada en la verdad objetiva de lo que Jesús cumplió en la cruz.
La paz que Jesús da no es solamente una emoción, un sentimiento y existe, aunque nosotros no tengamos esa conexión en ese instante. (Romano 5:1). Cuando tenemos esa paz objetiva y completa que Jesús nos deja podemos tener paz en nuestro día a día, en cualquiera que sea nuestra situación. No es una paz que tratemos de crear en nuestras propias fuerzas, que quizás tenga en ese momento, pero que mañana no estará.
Luego Jesús dice: “no se turbe su corazón, ni tenga miedo” – si tengo paz, ¿no significa que ya no tendré miedo, que mi corazón no se va a turbar?, Jesús hace su parte al dejarnos su paz, pero nosotros también tenemos que hacer nuestra parte; debemos tomar esto que Jesús nos deja con fe, creerlo.
¿Cómo podemos apropiarnos de esa paz que Jesús nos deja? (Filipenses 4:6-7) – Esa paz que sobrepasa todo entendimiento humano (no guiada solamente por nuestros sentimientos y emociones), que guardará nuestros corazones en Cristo Jesús.