ENFRENTANDO EL PASADO / Facing the past
El pasado puede afectar nuestro presente y nuestro futuro. Algunos de nosotros hemos herido o hemos sido heridos en el pasado, hemos lidiado con muchos problemas y obstáculos en el pasado.
Jacob estuvo sometido por su tío Labán por 20 años. Cuando Dios le dice que regrese a su parentela, quizás Jacob estuviese ansioso, pues allá lo esperaría su hermano Esaú, a quien le había mentido, al igual que a su padre. En ese entonces, Esaú hizo un voto de que le mataría en cuánto muriera su padre. Jacob debía enfrentar esta situación del pasado y no sabía qué le esperaba allá.
¿Hemos cometido alguno en mi vida, o en el pasado hemos herido o lastimado a alguien? Muchas veces recordamos cuando nos lastiman, pero no cuando lastimamos a otros. Somos esa persona, que tiene ambos roles: el de víctima y el que lastima.
En este momento, Jacob tenía que enfrentar su pasado y no podía seguir huyendo de la situación. Veremos tres maneras en que Jacob enfrenta su pasado:
Jacob estaba preparado (Génesis 32:1) – Decía que había 2 campamentos, uno de los ángeles que Dios le había enviado para que les protegiera y el campamento para sus siervos y su gente. Jacob sabía que tendría que enfrentar a Esaú y Dios se lo mostró en la visión donde le daba a sus ángeles, lo que anima a Jacob a enfrentar la situación. Dios no elimina el problema, Dios lo protegería, lo guiaría, pero Jacob aún debía confrontar a Esaú. Dios fortalecerá nuestra fe y tendremos la presencia de Dios (su Espíritu Santo) para enfrentar nuestro pasado y diversas situaciones. No podemos huir del pasado, llegará un punto donde nos alcanza.
Él le pidió a Dios – Si vamos al Señor en oración y recordamos que hemos ofendido, así como Dios nos perdonó, debemos perdonar a los demás. Debo ir donde la persona y pedirle que me perdone. Si la persona fue quien me ofendió, igual debo ir hacia ella y hacerle saber la forma como me lastimó. Jacob oró y le pidió a Dios (Génesis 32:9-10). Vemos el corazón de Jacob en esta oración, aquí dice «no soy digno».
El pago – Jacob manda mucho de su rebaño delante de él con su siervo, como un regalo, para hacer que la ira de Esaú se apaciguara (Génesis 32:20) y reconocer que él era el culpable. Cada ser humano nació como alguien que pecó en contra de Dios. Nosotros también tenemos que hacer algo para apaciguar la ira de Dios por nuestro pecado. Dios no fue quien nos lastimó, somos nosotros quien lo hemos lastimado. Aun así, Dios tomó la iniciativa y envió a su hijo para morir en la cruz y apaciguar esa ira de Dios a través del sacrificio de Cristo.
¿A quién tengo que enfrentar en mi vida? ¿Alguien que he lastimado? ¿Alguien que me ha lastimado? No debo avanzar en mi vida si no enfrento esta situación; tengo la presencia de Dios, puedo pedirle a Dios que me ayude a enfrentarlo, porque no estamos solos.