LUCHANDO CON DIOS EN ORACIÓN / Wrestilng with God in prayer
La vida cristiana es una batalla y no es fácil. Gálatas 5:17, Romanos 7:15, Efesios 6:12-13, Santiago 4:1. No solamente tenemos una lucha con nuestra propia carne, nuestros propios deseos, sino que también lidiamos con las circunstancias normales de la vida o problemas financieras o quizás con una relación interpersonal y todas estas cosas suceden al mismo tiempo.
Debemos considerar tres preguntas:
¿A dónde se pelea la batalla?
¿Contra quién peleamos esta batalla, quién es el oponente?
¿Cómo ganamos la batalla?
La respuesta a estas tres preguntas es una sola palabra: ORACIÓN. Dios nos está preparando en el área de oración como congregación. En el pasaje de hoy vemos la lucha que tuvo Jacob con Dios y se trata de la Oración. Estaremos hablando de una oración bien específica y le llamaremos «Luchando con Dios en oración» en una oración profunda. Es una oración que debe ser hecha a solas, una oración individual entre Dios y yo. Debemos aumentar en nuestras vidas este tipo de oración.
Veremos dos ideas en cuanto a esta oración de lucha:
La prioridad o urgencia de la oración de lucha – Vivimos en un mundo de urgencias, un mundo desesperado. ¿Mi vida de oración es equivalente a las circunstancias del mundo? Jacob estaba en un momento desesperado. (Génesis 32:22-23). Jacob se quedó y habló con Dios, él oró a Dios. Pensamos que fue Jacob quien inició todo lo que vemos en el relato, pero fue Dios quien lo inicia realmente. Él estaba solo, pero no era su intención orar, más bien él siempre planificaba a ver qué pasos iba a tomar. En el texto nos dice: «y un hombre empezó a luchar con Jacob…». Es una batalla con Dios acerca de nuestra naturaleza pecaminosa que Dios está tratando de cambiar y la mayoría de las veces sucede cuando estamos luchando con dificultades. Estos son los momentos en los que estamos listos para tener una conversación acerca de nuestra naturaleza y luchar con Dios en oración. ¿Es la oración una prioridad para ti?
El lugar o posición de la oración de lucha – (Génesis 32:24), va a llegar en el momento en que estamos solos con Dios. Muchas veces no nos sentimos bien estando solos y llenamos nuestras agendas con muchas actividades. Dios nos espera a que estemos en ese lugar donde estemos solos con Él, un tiempo a solas donde no tengamos distracciones de nadie, ni de nada. Es una decisión intencional de querer estar en su presencia, en una oración profunda, donde necesitamos estar delante de Dios. ¿Realmente paso yo tiempo a solas con Dios? ¿Paso tiempo en su Palabra, buscándole, hablando con Él? El lugar donde podemos crecer y cambiar es cuando permito esos espacios de oración, de tener contacto con Dios y donde puedo procesar lo que Él está haciendo por mi vida. ¿Qué puedo hacer yo para aplicar su Palabra en mi vida?