LA ENTRADA TRIUNFAL – Parte 1
La Entrada Triunfal – Parte 1 (Juan 12:12-19)
Juan 12: 1: La multitud que estaba en Jerusalén para celebrar la Fiesta de la Pascua recibió a Jesús con ramas de palmera, diciendo ¡Hosanna! ¡Bendito el que viene en el nombre del Señor, el Rey de Israel!
Jesús por tres años y medio había estado hablando que era el Rey. Cuando entró a Jerusalén no lo hizo en un gran caballo blanco, ni con un ejército, capa, o corona. Entró en un burrito ¿Por qué se llama la entrada triunfal?
Jesús se presentó como el Rey de Israel, Rey de los Judíos, el Salvador, su Mesías, quien iba a salvar a la nación de Israel de sus pecados. Lo que estaba sucediendo más era algo más grande al darle la bienvenida colocando palmas. Las implicaciones que esto tiene son mucho más profundas.
¿Cuál fue la intención de Cristo en esa entrada triunfal a Jerusalén? Él tuvo una intención específica cuando escogió un burro y hubo un propósito cuando la gente comenzó a decir ¡Hosanna! Vemos como las personas estaban adorando a Jesús y él no las detiene como en otras ocasiones cuando sanaba a los enfermos y les pedía que no lo dijeran. Él les permitió adorarle porque era la última ocasión en que entraba a Jerusalén. Él estaba proclamando ¡Yo soy el Rey de Jerusalén!
Las cosas que Jesús hizo en el tiempo perfecto:
1. Jesús resucita a Lázaro: Días antes de entrar a Jerusalén, Jesús hizo el milagro de resucitar a su amigo Lázaro, quien tenía cuatro días de estar en su sepulcro (Juan 11). Cada vez que había una festividad en Jerusalén, como la fiesta de la Pascua, la ciudad se llenaba, porque llegaban judíos de diferentes lugares. Cuando él entra a la ciudad, todos hablaban acerca de cómo había resucitado a Lázaro.
2. Jesús entra en un burro demostrando su humildad y entendiendo el tipo de muerte que iba a tener. En la segunda venida, Jesús, si va a estar en un caballo blanco, va a ser ese Rey conquistador. La entrada triunfal de Jesús fue profetizada anteriormente y Jesús estaba cumpliendo esa profecía. Salmos 118: 24-26, Zacarías 9:9.
3. Cumple lo escrito en Daniel 9: 24-26. Esta profecía señala el tiempo exacto en que Jesús entró a Jerusalén y murió. Setenta semanas fue el tiempo en que Nehemías construyó el muro de Jerusalén. Son cuatrocientos setenta y cinco semanas (domingo 6 de abril en el año 33) y cinco días después él murió en la cruz. No puede ser más claro.
Lamentablemente, los judíos del tiempo de Jesús no interpretaron este pasaje de forma correcta, a excepción de los judíos mesiánicos. Los judíos esperaban que el Mesías prometido fuese un gobernante que los librara de la mano del imperio romano, esperaban que los salvara de la opresión política. Malinterpretaron la intención de Jesús al morir en la cruz.
¿Cuál es nuestra expectativa sobre la obra que Jesús hizo en la cruz por nosotros? ¿Jesús es el Rey de tu vida?
Jesús vino para:
+ Conquistar la muerte
+ Darnos vida eterna
+ Perdonar nuestros pecados.
Seamos intencionales en entender la obra de Jesús en la cruz.