LA SOBERANÍA DE DIOS Parte 3 / The sovereignty of God Part 3

Dios le habla a Jacob y le dice que salga de ese lugar, y le promete que Él estaría con él. (Versículo 3). Dios nos habla a través de su Palabra, de sus promesas. Dios interviene en nuestra vida y nos protege, esto es parte de su soberanía. Reflexionar sobre lo que hemos hecho en nuestra vida nos lleva a darnos cuenta de lo que Dios ha hecho por nosotros. Dios siempre está con nosotros sin importar lo que estemos atravesando. ¿Dónde estaba Dios cuando me ocurrió esta tragedia? ¿Es soberano realmente? Dios tiene la capacidad de prevenir pruebas, las conoce, pero las usa para transformarnos. Dios es soberano y permite que pasemos por cosas difíciles porque tiene un propósito para nosotros.

Ver la soberanía de Dios en sucesos pasados:

Procesar el dolor que proviene de pruebas del pasado (puede que no entienda, pero puedo decir que Dios está en control). En Génesis 31:36 Jacob se enojó. Como cristianos podemos enojarnos, pero la Biblia nos dice que no pequemos. Aun cuando nos sentimos lastimados, enojados, tristes, con dolor; esto no cambia la soberanía de Dios. Dios pudo hacer que Labán muriera o se devolviera, pero era necesario que Jacob sanara sus heridas, por eso lo permitió. Dios se ocupará de las injusticias en mi vida, vemos como dejó a Labán sin nada, incluso sin sus dioses. Dios no pretende que sintamos que no sucede nada y esto lo vemos con la muerte de Lázaro, Jesús pudo prevenir su muerte (Juan 11:5-6), entonces ¿Por qué lo permitió? Cuando pasamos por algo es porque Dios nos ama, aun cuando no nos libre o lo permita. Dios permite estas dificultades en nuestras vidas porque nos ama y desea transformarnos, sacar el dolor que está en nuestro corazón. Dios tiene un plan mayor para nosotros. Su plan era glorificar a Dios a través de la resurrección, pero para que esto sucediera primero tenía que suceder la muerte.
No importa lo que haya pasado en mi vida, ni cuan malo haya sido; Jesús hace nuevas todas las cosas, puede sanar y transformar todo.
Vemos situaciones que Dios no evitó, ¿cómo podemos pedirle que nos muestre cuál era el propósito de estas pruebas del pasado? Partimos del conocimiento de que Él es soberano, que nos amó en medio de esa situación y que desea transformar nuestro carácter y sanarnos.
En el versículo 38 vemos que es medible el tiempo que duró esa situación (en el caso de Jacob duró 20 años). Lo que sea que nos pase llegará a su fin. Lo podemos entender mirando hacia atrás con toda la perspectiva.
Las pruebas producen madurez y crecimiento en carácter. Si obtenemos lo que queremos enseguida nos perdemos de que seamos transformados.
Las pruebas magnifican a Dios (Génesis 31:42)

Aplicaciones

Orar al Señor para que me ayude a procesar las cosas que he atravesado en el pasado y pensar ¿qué tipo de persona era y qué tipo soy ahora después de superar la prueba?
Reflexionar sobre ¿Cuántas veces Dios ha estado conmigo? ¿Cuándo estuvo presente en medio de las dificultades?

Dios estuvo conmigo todos esos momentos y estará conmigo siempre, es Soberano y me ama.