LAS TRES ACCIONES DE UN PADRE (1 Tesalonicenses 2:11-12)
Las tres acciones de un padre (1 Tesalonicenses 2:11-12)
1. Animar
Este concepto va más allá de las palabras de ánimo, es necesario enseñar y animar, pero con la Palabra de Dios. No solamente pastores y líderes deben enseñarla a nuestros hijos; como padres, nosotros debemos ser la fuente principal de esta enseñanza. ¡Entrenémosles a estar animados, a aprender y a vivir la Palabra de Dios!
2. Consolar
Usualmente, damos esta tarea a las madres, pero como padres cristianos debemos estar ahí en los momentos difíciles para consolarlos con la verdad de la Palabra de Dios y la oración.
Debemos estar ahí disponibles para ellos, estar presentes, escuchar y consolarlos en todo momento en su caminar con Dios.
3. Exhortar
Esto no solamente se refiere a retar, desafiar o disciplinar.
En una sociedad que propone que los hijos decidan cada detalle de sus vidas con muy pocos límites, Dios nos llama a ser padres que sean amables y que escuchen, tomando la posición de guía para que sus decisiones sean siempre de acuerdo a la palabra de Dios y no por sus emociones.
Recordemos
Vivir una vida digna de Dios no significa trabajar para ganar la salvación. Al contrario, Él como Padre perfecto ya nos amó, nos salvó y nos llamó primero.
Tomemos hoy la decisión de vivir en esta verdad y así guiar a nuestros hijos con la verdad de la fe.
La batalla de Cristo ya fue vencida en la cruz. La fe y la gracia vienen de Dios.
Vivir nuestras vidas de acuerdo a la Palabra de Dios es solo el resultado del deseo por honrar a Dios en agradecimiento por lo que ya ha hecho por nosotros.