NUNCA ES MUY TARDE PARA CAMBIAR – II Parte
Las Señales de un corazón cambiado
Pastor Todd continúa compartiéndonos sobre la historia de Judá en la serie de Génesis – Nunca es muy tarde para cambiar 2, con el mensaje titulado «Las señales de un corazón cambiado»
¿Alguna vez te has preguntado si realmente estás cambiando y creciendo? Pregúntate:
¿Cómo puedo evaluar mi progreso?
La manera más efectiva es con la ayuda de la comunidad de creyentes que te rodean y su percepción de cómo has avanzado o mejorado en los aspectos que debías cambiar.
La evaluación puede venir no solo de lo que los demás perciben, sino de pruebas personales que te guiarán a comprender qué tanto has avanzado.
Ser probado en esas áreas que sabemos necesitamos cambiar es un trato de Dios para evaluar nuestro cambio, crecimiento y madurez.
Cuatro maneras de evaluar un verdadero cambio en nuestras vidas.
1. Determina si hay recompensa – Cuando estamos creciendo, cambiando, madurando, Dios nos extiende gracia en medio de las pruebas y una vez superadas con éxito, vemos la recompensa en nuestras vidas; tal como los hermanos de José recibieron recompensa al superar la prueba de honradez al devolver duplicado el pago por el grano.(Génesis 43:15)
2. Crea una oportunidad para descansar – En esa misma gracia extendida por Dios, en medio de la confrontación con esa parte de nuestra vida que debemos cambiar, él creará oportunidades y temporadas para darte descanso. Disfruta y celebra de estas temporadas de paz y también extiende gracia a otros.(Génesis 43:16-17)
3. Determina si ha ocurrido un arrepentimiento – El arrepentimiento debe venir acompañado de cambios reflejados en nuestras actitudes y comportamiento. Arrepentimiento es cambio de dirección hacia el lado opuesto de nuestro error con transparencia y honestidad. Los hermanos de José ahora comunicaban de manera transparente y espontánea. Y tal como a ellos, en lugar de recibir castigo, recibimos gracia de parte de Dios. Dios, a través de Jesucristo, nos extiende a todos perdón y gracia para vida eterna y al Espíritu Santo para darnos convicción de pecado y que debemos cambiar.(Génesis 43:20-22)
4. Rehúsate a permitir que haya emociones que gobiernen el proceso – José festeja con sus hermanos y los perdona a pesar de todo.(Génesis 43:30-34)
¡Anímate y evalúa tu vida, pregúntale a Dios cómo puedes comenzar o mejorar tu proceso de cambio, recuerda, extender gracia a otros y reconoce el cambio en la vida de otros, celébralo con ellos!