NO OLVIDANDO Y OLVIDANDO – Salmo 103:1-5
NO OLVIDAR:
¿Cómo alabamos a Dios? ¿Le alabamos con toda nuestra mente, con toda nuestra alma, con todo nuestro ser?
Al igual que el salmista, el rey David debemos recordar todos sus beneficios:
El Señor perdona todos nuestros pecados, todas mis iniquidades
Es el que sana todas mis dolencias
El que rescata del hoyo mi vida
El Señor me corona de favores y misericordias
Lo más grande que el Señor nos ha dado es a su hijo Jesucristo
El Señor nos alimenta (sacia de bien nuestra boca)
Nos rejuvenece como águila
Meditemos, ¿cuántos favores he recibido de Dios este año, por ejemplo? Y ¿de qué forma puedo expresar mi gratitud a Dios a nivel de iglesia?
OLVIDAR:
Lo que queda atrás (Filipenses 3:13-14). Muchas veces los fracasos del pasado nos impiden movernos hacia adelante.
Pablo olvidó su nivel social, su posición porque lo considera como impedimento para seguir a Jesús. Muchas veces nos aferramos a éxitos pasados
Tres pasos para olvidar:
Encontrar la bendición escondida; Debemos tener tiempo para reflexionar en las cosas malas de mi vida
Recordar el perdón que tenemos por las consecuencias nuestros pecados (Miqueas 7:18-19)
Perdonar a los que me han herido (Mateo 5:43-44)