PRINCIPIOS PARA VIVIR VIDAS FELICES (1 Pedro 3:8-12)
PRINCIPIOS PARA VIVIR VIDAS FELICES (1 Pedro 3:8-12)
Predicador Carlos Ortiz.
La primera carta de Pedro fue escrita desde Roma a los creyentes que habían sido dispersados a través del mundo, principalmente hacia Asia Menor. Si alguien entendía de persecución era él, había sido prisionero por predicar la palabra de Dios. La persecución trajo algunas dudas a los creyentes, quienes se preguntaban si Dios los había abandonado.
Pedro sabía lo que era vivir una vida obediente, llena de victoria, con el conocimiento de la esperanza viva del mensaje de Jesús y cómo seguir el ejemplo de Jesucristo.
Tres principios claves que nos ayudarán a vivir vidas felices y a mejorar nuestras relaciones:
Tres principios claves que nos ayudarán a vivir vidas felices y a mejorar nuestras relaciones:
1. Entender que hemos sido llamados para ser de bendición en nuestro entorno, donde quiera que estemos, aunque sea en un ambiente de hostilidad. Nuestra conducta que debe ser un reflejo de Cristo, “no devolviendo mal por mal ni maldición por maldición…”. 1 Pedro 3:9.
2. Buscar la paz de las personas en nuestro entorno: Un pacificador es una persona que de manera activa busca la paz, incluso de las personas que lo han tratado mal. Debemos bendecir a quienes nos afectan y orar por ellos Mateo. 5:44-48. Si Jesús lo pudo hacer, también nosotros.
3. Cultivar virtudes que nos ayuden a vivir vidas felices: Cinco virtudes que deben adornar nuestra alma y gobernar nuestras vidas. 1 Pedro 3:8.
Armonía (ser todos de un mismo sentir). Debemos esforzarnos para poder llegar a acuerdos con aquellos que no están de acuerdo con nosotros.
Simpatía y compasión: Es ponernos en los zapatos de otros, gozarnos con los que gozan, sufrir con los que sufren. No podemos ser indiferentes con las personas.
Fraternidad y la hermandad: No solo con nuestros hermanos, sino también con todos. Eso es lo que Jesús espera de nosotros.
Misericordia: La misericordia no solo es ser sensibles ante la necesidad, sino actuar (Lucas 10: 30-37). ¿Cuándo fue la última vez que nos movimos a misericordia con las personas que nos tratan mal?
Humildad: La humildad es tener un concepto adecuado nosotros mismos. ¿Sabemos quiénes somos? Somos redimidos, hemos sido liberados. Ser cristiano no es ser mayor a las demás personas, Cristo nos sacó del pecado y mostró su misericordia.
La humildad debe ser básica para nosotros. En lugar de responder con ira deberíamos hacerlo con compasión, hemos sido llamados a bendecir a otros, pero para llegar a hacer eso necesitamos un espíritu humilde.
Entender estos principios nos ayudarán a mejorar nuestras relaciones personales, nuestro entorno. Cuando entendemos esta dinámica de tratar bien, no solo a los que son amables con nosotros, también a los quienes nos tratan mal, seremos personas felices.
Aplicaciones:
+ Canalicemos nuestro entorno relacional, identifiquemos si estamos evitando relacionarnos con otras personas.
+ Si logramos identificar a alguien, comencemos a orar por esa persona.
+ Pensemos en la manera como mejorar la relación con esa persona.
+ Pidamos al Espíritu Santo que nos ayude a identificar al mal y a evitarlo.
+ Pidamos al Espíritu Santo que nos ayude a identificar al mal y a evitarlo.