«UNA COMUNIDAD DE ESTUDIANTES APRENDIENDO DEL GRAN MAESTRO»

30/10/2022

«UNA COMUNIDAD DE ESTUDIANTES APRENDIENDO DEL GRAN MAESTRO»

Predicador:
Passage: Salmos 1:1-3, Proverbios 23:4, Eclesiastés 5:10, Proverbios 3:9, Proverbios 15:16, Lucas 12:15, Mateo 6:21, Romanos 13:7, Proverbios 16:16
Tipo De Servicio:

«Una comunidad de estudiantes aprendiendo del Gran Maestro»
Salmos 1:1-3
En la Biblia se hace referencia a Jesús como el “Gran Maestro”. Como creyentes, nos convertimos en estudiantes de Jesús cuando buscamos aprender sobre Él y estamos en constante búsqueda de crecimiento espiritual.

Como iglesia, somos entonces una comunidad de estudiantes para aprender y aplicar en nuestras vidas lo que aprendemos de la Palabra de Dios.

La promesa de Dios para aquellos que estudian y aplican Su Palabra. (Salmos 1:1)

Bienaventurados = más que felices, dichosos. Dios desea que seamos felices.
La felicidad verdadera solo se encuentra cuando nos alejamos y negamos de aquello que no complace al Señor (Ejemplos que seguimos, personas con las que estamos y decisiones que tomamos).
No se trata de que Dios nos da muchas reglas porque sí, sino porque desea que seamos bienaventurados. Es por ello que en Su Palabra nos da parámetros para que al seguirlos podamos ser felices.

Siendo estudiantes y hacedores permanentes de la Palabra de Dios. (Salmos 1:2)

Debemos ser estudiantes permanentes de la Palabra de Dios para encontrar dicha felicidad.
No se trata de estudiar por estudiar, sino de que la Palabra de Dios impacte en nuestra vida y marque positivamente nuestra vida. Lo vemos en Hechos 8 en la historia del Eunuco y Felipe.
Debemos aplicar la Palabra completa, aunque nos cueste y no solo una porción de ella porque me conviene.
La Biblia es una verdad absoluta, confiable, ya que los autores fueron inspirados directamente por Dios. ¡No hay sustituto para la Palabra de Dios!
Dios desea hablarnos directamente a nosotros a través de Su Palabra. Así que debemos estudiarla, analizarla, escudriñarla, meditarla y así obtendremos nuevas revelaciones con las nuevas circunstancias.
Debemos transformar en un hábito el leer y meditar la Palabra de Dios y aplicarla en nuestra vida.
Una vida llena de la Palabra de Dios se manifiesta en nuestras acciones: por ejemplo, ¿cómo actuamos con nuestro dinero y finanzas? Dios sabe que este es un tema que perturba y corrompe el corazón del hombre, es por ello que lo repite una y otra vez de diferentes maneras en la Biblia (Proverbios 23:4, Eclesiastés 5:10, Proverbios 3:9, Proverbios 15:16, Lucas 12:15, Mateo 6:21, Romanos 13:7, Proverbios 16:16, entre otros).
Vivir una vida de bienaventuranza es no hacer lo que me agrada a mí, sino agradarnos en aquello que debemos hacer según la Palabra de Dios.

Resultado de vivir una vida como estudiante y hacedor permanente de la Palabra de Dios. Salmos 1:3

Si como cristianos ahondamos nuestras raíces en la Palabra, mostraremos la frescura y tendremos frutos de manera “natural” y no forzada.
Los frutos vienen de manera natural si nos conectamos a la fuente de vida
Conocer la Palabra y aplicarla nos protege de muchos males del mundo. Evitará que pasemos por muchas dificultades y pruebas que por lo general pasan aquellos que no le conocen.
Estar cerca de un seguidor de Cristo transmite paz y gozo. Es tangible como se ve el gozo y frescura en esa persona, el estilo de vida de la palabra de Dios.
La prosperidad de la que habla el mundo es limitada, más la prosperidad que nos promete el Señor es la riqueza espiritual, no medible físicamente.
Debemos tener la mirada en ser prósperos en sabiduría, gozo, en las riquezas inexpugnables que nos ofrece Cristo.

Aplicaciones:

¿Estamos realmente estudiando y aplicando la Palabra de Dios en nuestras vidas?
En mi semana, ¿cuánto tiempo dedico a estudiar la Palabra de Dios?
Esta semana, escojamos un pasaje de la Palabra de Dios y apliquémoslo para nuestras vidas.

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