UNA VERDAD INCÓMODA
Una verdad incómoda (serie: La noche anterior)
Juan 15:18-27
La verdad incómoda es que el sistema del mundo, la ideología y filosofía del mundo nos odia; odia lo que representamos y como nos comportamos como cristianos.
En el texto, Jesús estaba preparando a sus discípulos para la persecución que vendría justo después de parte de los mismos judíos. Cristianos en todas partes del mundo son perseguidos.
Pasos para entender la persecución:
1. Aceptar la realidad de la persecución (Juan 15:18-19)
Hay un cambio brusco en el discurso de Jesús hacia sus discípulos, de iniciar hablando sobre el amor y luego pasa al odio del mundo, de como nos sentimos cuando nos persiguen—(odiados). Se refiere al sentimiento de sentirse rechazado y odiado.
Tenemos la expectativa de ser amados universalmente, pero esto es irreal.
«El mundo los odiará porque son de Cristo y no del mundo». Nos odian porque le pertenecemos a Cristo, a quien el mundo odió primero.
El mundo nos odia, porque cuando les hablemos de sus pecados, se enojarán.
2. Recordar que Jesús fue perseguido antes que nosotros (Juan 15:20-24)
Jesús les dijo a sus discípulos que cualquier persecución que él sufrió, podríamos esperarla como sus seguidores, amigos y siervos.
No podemos adoptar la idea que no nos merecemos ser tratados como fue tratado Jesús.
No nos podemos dar el lujo de comprometer la verdad del Evangelio para no ser odiados por el mundo, pero tampoco responder con violencia.
3. Entender la razón por la cual somos perseguidos (Juan 15:25)
La razón por la cual la que nos odiaron es “no hay razón” en particular. No hay ninguna causa para justificarlo. Él alimentó a los pobres, le dio dignidad a las mujeres, alcanzó a los niños marginados, les dio su amor… pero la gente lo odio de todas maneras.
La persecución es algo que puede suceder, aunque hagas todo correctamente y según La Palabra. Puedes ser perseguido aun haciendo lo bueno, sin causa.
4. Responder correctamente a la persecución (Juan 15:26-27)
Saber que nunca estás solo. El Consolador vendrá (El Espíritu Santo). Si estás siendo rechazado, marginado; Jesús está contigo y te puede dar consuelo.
Mantenerte en comunidad. Debemos amarnos los unos a los otros y mantenernos en comunidad para soportar la persecución.
Continúa testificando. El mundo ya no puede derrotarnos, ya hemos ganado en Cristo. Uno de los peligros mayores para el cristiano es que debido a la persecución nos detengamos de compartir el mensaje o diluyamos la verdad para no ser perseguidos y rechazados.
Continúa amando al mundo. Aunque nos rechacen, debemos tratar con amor a aquellos que nos odien y debemos ayudarles.
Aplicaciones:
1. ¿Qué me molesta acerca de la persecución? ¿A qué le teme mi corazón? ¿Creo que no me merezco la persecución? Pídele a Dios que te lo revele y te ayude a superarlo.