CONSTRUYENDO SOBRE LA ROCA- El Sermón del Corazón
Construyendo sobre La Roca (Mateo 7:24-29)
Todo sermón finaliza con un punto de aplicación y así lo hace Jesús al finalizar el sermón del monte. Jesús estaba haciendo una comparación, un contraste entre dos ideas: Tenemos los ciudadanos del Reino comparados con los líderes religiosos de la época de Jesús, la puerta estrecha vs. puerta angosta, las ovejas vs. el lobo, el árbol de buen fruto vs., árbol de mal fruto y una casa sobre la roca vs. la casa sobre la arena. Así que Jesús termina el sermón del monte, compartiendo dos cosas: personas que edificaron sus casas y el fundamento sobre la cual la edificaron.
Analogía de las casas: La casa representa toda nuestra vida (familia, tiempo, prioridades, decisiones). Jesús nos dice que solamente hay dos fundamentos para cada vida: la roca sólida o la arena. Si voy a edificar una casa debe tener un fundamento sólido, que determina si permanecerá o se destruirá. Entonces, ¿sobre qué estás edificando tu vida?
Cada ser humano es un edificador de su vida espiritualmente. ¿Estás construyendo tu vida sobre algún tipo de fundamento?
Las tormentas siempre vienen. En la vida las ⛈ (o sea los problemas) siempre vienen. Jesús no nos ha prometido una vida sin pruebas.
Jesús mismo vivió una vida llena de pruebas y pasó por mucho sufrimiento; pero tenía paz, gozo, propósito, porque su vida estaba construida sobre el fundamento correcto.
La promesa de Dios es: ¡Si tú edificas tu vida sobre el fundamento sólido, cuando vengan las tormentas ⛈, tú vas a permanecer firme!!
Sin embargo, esto requiere algo de nosotros, debemos de forma intencional edificar nuestras vidas sobre ese fundamento sólido que es Cristo (Mateo 7:24-27).
Debemos entender la diferencia entre estos dos edificadores. En Mateo 7:21 nos dice “”No todo el que me dice, Señor, Señor, entrará en el reino de los cielos, sino el que hace la voluntad de mi Padre, que está en los cielos»». O sea, para entrar al Reino de Dios debe existir la condición del corazón ♥️ más los que hacen la voluntad del Padre. Ambos requisitos son indispensables.
En Mateo 7:24 Jesús nos dice: “Por tanto, cualquiera que oye estas palabras y las pone en práctica será semejante a un hombre sabio que edificó su casa sobre la roca”. Debemos escuchar lo que no está enseñando y aplicar lo que aprendimos. Ambas deben estar sucediendo de manera simultánea.
Muchos piensan que la Palabra de Dios es aprender intelectualmente y no para aplicarla a nuestras vidas.
Jesús usa el verbo griego “akau”, que significa oír con atención, con el oído de la mente para entender, pero con la intención de crear un acto; para ponerlo en práctica.
El otro tipo de personas no escucha primero a Dios con claridad y entendimiento, sino que solo se enfoca en acción, en hacer para Dios, pero no lo escuchamos, ni conocemos.
¿Somos solamente hacedores y no nos detenemos a escuchar a Dios?
La palabra griega para hacer “poeia” quiere decir acción continua, oír y hacer; un estilo de vida con regularidad y consistencia.
¡Para poder edificar tu vida sobre terreno sólido debemos ser “oyentes + hacedores” no por separado! Continuamente y constantemente. Este es el ritmo de la vida Cristiana.
Aceptemos este ritmo: escuchemos la Palabra de Dios el domingo, conectémonos en la semana a una Comunidad Misional y apliquemos lo aprendido a nuestra vida. Al hacerlo estamos edificando nuestra casa (vida) sobre la Roca.
Lo que estamos aprendiendo es para prepararnos para las tormentas que van a venir. ¡Quizás no hoy ni mañana, sino para el futuro!
El insensato dice, aquí está la Palabra de Dios, pero no la aplico a mi vida.
A través de las tormentas es que podemos saber si nuestras vidas están fundamentadas sobre la Roca, es a través de las tormentas.
¿Realmente estamos edificando nuestra vida sobre el fundamento que es Cristo?, o ¿mi fundamento es otra cosa, es el matrimonio, la opinión de otras personas, dinero, éxito, diversión? Si es algo diferente a Cristo cuando llegue la tormenta seremos derribados.
Para mantenernos firmes sobre la Roca, que es Cristo, debemos escuchar su palabra, entenderla y aplicarla a nuestras vidas.
Aplicaciones:
¿Sobre qué estás edificando tu vida? Reflexiona profundamente.
¿Hay algo en tu vida que es más importante que Cristo? Toma un tiempo para reflexionar sobre ello.
¿Estás tomando la Palabra de Dios en serio? ¿Aprendes de Su Palabra, escuchas con tu mente al escuchar las instrucciones del Rey?
¿Eres una persona que con regularidad aplica la Palabra de Dios en su vida?