ASUMIR LA RESPONSABILIDAD ( Éxodo 35)

Asumir la responsabilidad
Éxodo 35
En nuestro aprendizaje de más de un año a través del libro de Éxodo, hemos logrado comprender a profundidad que el anhelo de Dios Padre ha sido siempre morar entre su pueblo, aun en medio de la debilidad de cada ser humano, siempre buscó la manera de hacer posible la cercanía entre pecadores y su perfecta santidad.
Ciertamente, cada pecado y error tiene perdón en Jesús, pero no debemos olvidar que también tienen consecuencias de las cuales debemos hacernos responsables.

Nuestra responsabilidad de vivir con balance

«Entonces Moisés reunió a toda la congregación de los hijos de Israel, y les dijo: Estas son las cosas que el Señor ha mandado hacer. Seis días se trabajará, pero el séptimo día tendréis un día santo, día de completo reposo para el Señor; cualquiera que haga trabajo alguno en él, morirá. No encenderéis fuego en ninguna de vuestras moradas el día de reposo» (Éxodo 35, 1-3).
Dios marca la prioridad: seis días para el trabajo y uno para descansar. Hace obligatorio el balance entre el descanso para nuestro cuerpo físico y reposo espiritual, creciendo en Dios y en su santidad. Nuestro pacto con Dios no depende de nuestras obras, sino en la obra de Cristo. Aprendamos a descansar verdaderamente en Él.

Nuestra responsabilidad de dar con generosidad

«Que cada uno dé como propuso en su corazón, no de mala gana ni por obligación, porque Dios ama al dador alegre» (2 Corintios 9, 7).
Todos los tesoros que Dios permitió que los israelitas obtuvieran de Egipto, fueron requeridos para la construcción del Tabernáculo. El pueblo fue movido voluntariamente a dar ofrenda de todo lo que tenían: joyas, maderas, telas finas y sus habilidades. Sus corazones deseaban agradar a Dios; la generosidad fue su demostración de obediencia y rendición.

La responsabilidad de dar nuestro talento al uso de Dios

Todo lo que somos capaces de hacer con facilidad es nuestro talento. Todos tenemos al menos una cosa en la que somos talentosos. No hay habilidades muy simples en el reino de Dios. Como buenos mayordomos, podemos empezar a darle uso a esos talentos en nuestra iglesia local. Ora, pregunta en tu iglesia en qué área puedes involucrarte con tus talentos y habilidades.