JESÚS, NUESTRO SUMO SACERDOTE

18/04/2021

JESÚS, NUESTRO SUMO SACERDOTE

Predicador:
Passage: Juan 17:1-5, Hebreos 7:25, Hebreos 9:11-14
Tipo De Servicio:

Jesús, nuestro sumo sacerdote
Cuatro perspectivas que Cristo tuvo y cómo las expresó:
1. La oración de acuerdo a Jesús. Juan 17:1-5, Hebreos 7:25, Hebreos 9:11-14

Jesús ora en tres partes:

1) ora por el mismo
2) ora por el Padre y
3) ora por todos los creyentes.

Esta es la verdadera oración que solo Cristo puede hacer, la oración intercesora del sumo sacerdote. Es la oración que Jesús aún hace a la diestra del Padre por todos los creyentes. En este relato se esboza la función que Jesús tiene como intercesor y sumo sacerdote en el Cielo actualmente.
Jesucristo es ese sumo sacerdote perfecto y final para la redención de pecados. Todos los sumos sacerdotes en el Antiguo Testamento eran tipos o sombras de Jesús.
Nuestra redención está siendo perfeccionada día tras día por la intercesión de Cristo en el Cielo. También nos dice que el precio a pagar fue tan grande que es imposible que perdamos esta salvación una vez alcanzada.

2. La relación entre el padre y el hijo según Jesús. Juan 17:1-5

Esta oración no es la de un subordinado hablando con su superior. Esta oración es la de dos iguales, pues Jesús lo primero que pide es que el Padre lo glorifique (algo que nosotros no podemos pedir).
Jesucristo declara su divinidad, su igualdad con Dios Padre, su existencia con Dios desde antes de la creación. El Verbo=Jesús.

3. El pueblo de Dios de acuerdo a Jesús. Juan 17:2

Definición increíble de Dios y Jesús acerca de nosotros: somos regalos del Padre para Jesús, con autoridad para perdonar sus pecados y luego como regalos de vuelta al Padre.
Jesús nos santifica y nos salva para poder darnos como regalos al Padre, debido a la extensiva relación de amor Padre/Hijo.
Fuimos creados para glorificar a Dios y fuimos salvos para glorificar a Dios como regalo. No existimos para nosotros mismos, sino para glorificar a Dios.
Nosotros, como la iglesia, como las manos y los pies de Cristo, podemos contribuir a esta obra, de lograr más regalos a Dios. Deberíamos ver nuestras relaciones con otros hermanos y hermanas en Cristo para contribuir a que sean ofrecidos como regalos a Dios.

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