ESTUDIO PERSONAL DE LA BIBLIA QUE DA MÁS FRUTO (Santiago 1:19-27 )

11/02/2024

ESTUDIO PERSONAL DE LA BIBLIA QUE DA MÁS FRUTO (Santiago 1:19-27 )

Predicador:
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Passage: Santiago 1:19-27
Tipo De Servicio:

ESTUDIO PERSONAL DE LA BIBLIA QUE DA MÁS FRUTO (Santiago 1:19-27 )
Serie: Aún Más Fruto
Expositor: Todd Tillinghast

¿Cuál sería la manera de producir más fruto durante el tiempo que dedico al estudio bíblico? De acuerdo con Santiago 1:19-27 podemos reconocer que se requieren pasos de acción en nuestro crecimiento personal en Cristo.

Rápidos para oír, lentos para hablar:

El verdadero acto de escuchar implica superar la ansiedad de preparar respuestas mentales mientras estamos recibiendo información. Esta ansiedad no se limita solo a las conversaciones con otras personas, sino que también se manifiesta al leer y estudiar la Palabra de Dios.

Santiago nos alienta a adoptar una actitud de escucha activa y consciente, en lugar de centrarnos en formar opiniones sobre el texto bíblico. La clave es prestar atención para comprender cómo aplicar lo aprendido en nuestras vidas, en lugar de simplemente dedicar tiempo a nuestras propias reflexiones sobre el tema.

Entender el significado único del texto bíblico, antes de exponer nuestra opinión sobre el mismo.

Cada escritor en la Biblia se dirigía a una audiencia particular, y cada texto tenía un significado específico adaptado a las necesidades del contexto histórico. Nuestra interpretación no tiene el poder de modificar eso. Aunque podemos discutir y expresar nuestras opiniones, estas no alterarán el significado original del texto.

En lugar de centrarnos en expresar nuestras opiniones, deberíamos enfocarnos en preguntarnos cómo podemos aplicar lo que hemos estudiado en nuestras vidas.

Escuchar la Palabra de Dios y no ponerla en práctica es engañarnos a nosotros mismos.

Cuando Santiago utiliza la metáfora del espejo, su objetivo es impulsarnos a la acción. Así como al mirarnos en un espejo buscamos asegurarnos de que todo esté en orden y corregir cualquier imperfección de inmediato, la Palabra de Dios funciona como nuestro espejo.

Si no corregimos lo que está mal en nosotros después de reconocerlo conforme a lo que hemos aprendido, simplemente nos engañamos a nosotros mismos, ya que no tiene sentido, al igual que no tendría sentido no corregir lo que vemos en el espejo.

Ser un hacedor, no un oidor.

Santiago presenta una breve pero útil enumeración de acciones que podemos emprender después de escuchar: Controlar nuestra lengua, ayudar a los necesitados y resistir la corrupción del mundo.

El control de nuestras palabras está vinculado al dominio de nuestros pensamientos, y lograr controlar nuestra lengua resulta de implementar cambios con la ayuda del Espíritu Santo. Asimismo, brindar ayuda a los demás se presenta como una expresión externa de un crecimiento espiritual más profundo y la consecución de llevar más fruto.

Puntos de aplicación:

Está bien entender la teología y la doctrina, pero ¿estamos cambiando?

Una vez escuchemos la Palabra de Dios, procuremos inmediatamente buscar al menos una cosa que podamos cambiar, mejorar o poner en práctica y decidamos cuándo lo haremos.

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