Parte 11 – ESCLAVOS DE LA JUSTICIA
Expositor: Pastor Todd Tillinghast
Pablo nos lleva en ese caminar de cómo nosotros comenzamos siendo esclavos del pecado, nacidos en pecado y ahora somos justificados por la fe en Cristo. Esto significa que, de una manera posicional, pasamos de ser enemigos de Dios, esclavos del pecado, a hijos e hijas de Dios, esclavos de la justicia.
Todo esto fue debido a la obra maravillosa de nuestro Señor Jesucristo. Como nosotros hemos sido justificados por fe, ya no estamos más bajo la ira de Dios, pero ahora hemos sido hechos justicia de Dios en Cristo Jesús. No había otra manera para que fuésemos justificados, no había otra esperanza, solamente en Cristo.
Pablo lidia, tanto en los capítulos 6 y 7 de Romanos, con la realidad que viene a nuestras mentes. Entonces, ¿qué sucede con el pecado? Porque nosotros aquí en la tierra todavía pecamos. Nosotros sabemos que todos pecamos y continuamos haciéndolo. 1 de Juan 1:8 dice “No digas que no pecas, si un cristiano dice ya yo no peco, está mintiendo y no está diciendo la verdad”.
Debemos admitir que seguimos en esa lucha con el pecado. Así que Pablo ofrece soluciones ante esto que parece ser un dilema.
En Romanos 6:15 Pablo pregunta: ¿Qué, pues? ¿Pecaremos, porque no estamos bajo la ley, sino bajo la gracia? En ninguna manera. Los cristianos no debemos tener el pensamiento de que podemos pecar cuando queramos. Solamente la persona que no es creyente piensa que puede pecar porque tiene la gracia de Dios.
¿Cómo podemos vivir entendiendo que no somos esclavos del pecado?
Enfrentamos tres ideas:
- La realidad objetiva: ya no somos esclavos del pecado, sino de la justicia.
- La realidad práctica: hemos sido liberados y tenemos la posibilidad de escoger
- La práctica: ¿Cómo podemos estar muertos al pecado y al mismo tiempo ser atraídos a pecar?
La realidad objetiva: La Biblia nos dice que hay dos tipos de personas en el mundo: esclavo del pecado o esclavo de la justicia. Ninguno es autónomo.
Pablo lo que nos dice es la realidad objetiva, si somos cristianos no podemos servir a dos señores. Nuestra identidad indica que ya estamos muertos al pecado.
Debemos entender la diferencia entre cristianos y no cristianos. Si somos creyentes en Cristo, aunque en la práctica pecamos, ya no somos esclavos al pecado.
Muchas veces el no creyente no le llama pecado sino que dice “me equivoqué”, mientras que un creyente dice “yo lucho con el pecado, no quiero hacerlo, pero reconozco que peco”.
- La realidad práctica: Hemos sido liberados del pecado, así que tenemos la libertad de escoger (Romanos 6: 19). Somos esclavos y libres al mismo tiempo, le pertenecemos a otro señor, pero somos libres. Podemos vivir en esa libertad y escoger la justicia. Gálatas 5:1.
- La práctica: ¿Cómo vivimos esta realidad? Pablo nos dice “usen esa libertad para presentarse a Cristo, a su Señor, para ser esclavos de la justicia (Romanos 5:19). ¿Cómo hacemos esto? Pablo quiere decir que cuando éramos esclavos al pecado, usábamos todo nuestro cuerpo para pecar. Ahora debemos presentar todo nuestro cuerpo al Señor Jesucristo para seguir la justicia.
¿Quién es tu Señor? La única manera de ser libre es ser un esclavo de Cristo. ¿Cómo lo conseguimos?
- A través de la oración (Mateo 6:13)
- A través de la rendición de cuentas
- Las disciplinas espirituales (congregarse, permanecer en la Palabra de Dios, ayunar).
¿Qué aspectos de esta enseñanza pondrás en práctica en tu propia vida y cuándo?