Parte 16 – TODAS LAS COSAS TRABAJAN JUNTAS PARA NUESTRO BIEN
Todo lo que necesitas saber sobre la vida cristiana y algo más
Todas las cosas trabajan juntas para nuestro bien.
Romanos 8:28-32
En momentos difíciles podemos sentir que no sabemos cómo orar, a veces no sabemos sobre qué orar. Romanos 8:26 nos dice que “el Espíritu Santo, el mismo que levantó a Cristo de la tumba, intercede por nosotros.” La oración es imprescindible para la vida cristiana, no sabemos como orar todo el tiempo, pero Romanos 8:28 nos dice que hay algo que SÍ SABEMOS: Todas las cosas les ayudan para bien.
La expresión clave “les ayudan” proviene del griego “sunergéo” que significa “trabajar juntos” “cooperar”
De la palabra “sunergéo” se deriva una palabra que es “sinergia”.
Sinergia es “la acción de dos o más elementos cuyo efecto en conjunto es mayor que cuando operan individualmente.” Lo bueno y lo malo trabajan juntos para nuestro bien. Esta sinergia también aplica a todas nuestras relaciones interpersonales, laborales, familiares, en la iglesia, etc.
Cada aspecto de tu vida, desde el lugar donde nacimos, trasfondo cultural, nuestra historia, cada experiencia, incluyendo todo lo bueno y lo malo, los desafíos de salud, económicos, nos llevan a un propósito mayor. Veremos el valor de las cosas desafiantes por las que estamos pasando más adelante, porque nuestra vida es una trayectoria y todas las cosas están entrelazadas. Todas las cosas nos ayudan para nuestro bien, no para que nos sintamos bien, sino para crecer en el propósito al que nuestras vidas han sido llamadas.
¿Cuál es el propósito mayor? Romanos 8:29
Ser hechos más y más conforme a la imagen de Su Hijo.
Para exaltar a Cristo en los momentos en los que somos más débiles, esos momentos donde se nos hace imposible vencer en nuestras propias fuerzas, donde dependemos más de Dios. Hechos conforme a la imagen del Hijo es ser moldeados en las áreas en las que más nos alejamos de esa imagen. Para ser parte en Su Gloria, cada momento bueno o malo tiene como propósito que Cristo sea glorificado.
¿Has pasado por luchas o las estás pasando justo ahora?
Pregúntate: ¿Cómo Dios quiere usar este desafío en mi vida para hacerme más como Su Hijo Jesucristo? Anímate, ora y recuerda: Todas las cosas nos ayudan para bien.