POLILLAS, MANÁ y MAESTROS – El Sermón del Corazón

14/08/2022

POLILLAS, MANÁ y MAESTROS – El Sermón del Corazón

Predicador:
Passage: Mateo 6:19-24, 1 Timoteo 6,
Tipo De Servicio:

Polillas, Maná y Maestros (Mateo 6:19-24)
El tesoro de nuestro corazón y el dinero
Todo el mensaje del Sermón del Monte nos lleva a pensar en las motivaciones de nuestro corazón. La pregunta que siempre sale a relucir es sobre qué estamos construyendo nuestra vida. ¿Por qué hago lo que hago? Mateo 7:26-27.
El Señor nos dice que si edificamos nuestras vidas sobre la roca que es su Palabra, entonces vamos a permanecer firmes.
Un área de nuestras vidas que aun para nosotros los cristianos es una constante tentación es el amor al dinero. En 1 de Timoteo 6, el apóstol Pablo nos dice que esta es la raíz de todos los males.

¿Cuál es nuestra relación con el dinero?
¿Qué es lo que tú atesoras en tu corazón? ¿Sabías que dos de las cosas que Jesús más habló en su ministerio público aquí en la tierra fueron sobre el dinero y el infierno? Él habló mucho del dinero porque sabía que está conectado con nuestro corazón. No hay nada de malo en tenerlo. El problema es que él nos tenga a nosotros.

Tres preguntas que podemos hacernos para poder saber cuál es nuestra relación con el dinero
1. ¿Dónde guardo mi dinero?
Donde esté tu tesoro, allí estará tu corazón. (versículos 19 al 21). Todos necesitamos cubrir nuestras necesidades básicas, el Señor lo sabe. Él se refiere a dónde almacenamos el dinero extra que tenemos, en qué lo invertimos. Jesús utilizó como ejemplo los tres tipos de tesoros de los judíos: las telas (valoraban mucho la vestimenta); las monedas de plata o de oro (abrían huecos en la tierra para guardarlas, pero cuando venían las lluvias la tierra se mojaba y las monedas se oxidaban) y cualquier otro tesoro que guardaban y que los ladrones se robaban.
Lo que Jesús nos está diciendo es “invierte en las cosas del cielo, para que tu tesoro sea una inversión eterna”.
2. ¿Cómo percibo el dinero?
El ojo es el que ve todas las cosas que nos rodean y lo conectan a nuestra alma. Si tu ojo está enfocado en un objetivo, esa es tu prioridad. Cuando ponemos el dinero y Dios en el mismo renglón de nuestras vidas, tenemos problemas.
3. ¿Sirvo yo al dinero?
Nadie puede servir a dos señores, porque odiará a uno y amará al otro… El dinero es una de esas cosas en nuestras vidas que siempre está peleando un lugar en nosotros para que lo tengamos como dueño, amo y señor.
¿Cómo podemos saber si el dinero es nuestro amo? Es cuando el dinero hace demandas en nuestras vidas y nosotros obedecemos a ellas. Ejemplos: Tú pudieses decir, ¡yo trabajo 90 horas a la semana, no tengo tiempo para nuestra familia! O ¡No tengo tiempo para involucrarme en la iglesia! Allí el dinero está en control. También cuando baso mi valor en sí lo tengo. Dios nos ha llamado a servirle a él y solo a él.

Aplicaciones:
– Cuál es tu relación con el dinero. Evalúa tu vida y empieza a responder eso.
– ¿Será que yo pienso solo dinero? No solo es ese pensamiento, también si tienes miedo a no tenerlo. Pregúntate, ¿será que mi mente está dividida, mi enfoque es una doble visión, estoy tratando de servir a dos señores?

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