PROCLAMANDO A CRISTO EN MEDIO DEL SUFRIMIENTO

19/01/2025

PROCLAMANDO A CRISTO EN MEDIO DEL SUFRIMIENTO

Predicador:
Passage: Colosenses 1:24-2:5
Tipo De Servicio:

(Colosenses 1:24-2:5)

Expositor: Carlos Ortiz

La carta de Pablo a los colosenses tenía como objetivo combatir creencias erróneas y la influencia de falsas enseñanzas en la iglesia, que aún no lo conocía personalmente. Pablo destacó el propósito del sufrimiento en el plan de Dios, el llamado al servicio fiel como administradores del evangelio, la proclamación de Cristo para llevar a los creyentes a la madurez espiritual y la necesidad de fortalecer y proteger la iglesia con amor, unidad y una fe sólida frente al engaño.

Motivado por su preocupación por la fe de los creyentes, Pablo abordó estos temas fundamentales:

  1. El sufrimiento tiene un propósito en el plan de Dios

A pesar de estar encarcelado y haber enfrentado grandes adversidades, Pablo encontraba gozo al comprender que cada experiencia dolorosa tenía un propósito mayor en los planes de Dios. Este sufrimiento forma parte del diseño divino y se convierte en una herramienta para impactar y alcanzar a otros.

Describió cómo las dificultades que surgen al proclamar el evangelio sirven como un testimonio vivo del poder de Dios y de la transformación que trae una vida dedicada al evangelio, ya que es además un medio redentor para llevar el mensaje de salvación a más personas.

2. El ministerio que nos ha confiado Dios

El ministerio que Dios nos ha encomendado es una responsabilidad sagrada otorgada directamente por Él. Este llamado al servicio nos posiciona como administradores de su Palabra, lo que implica compartir y vivir el evangelio con integridad. Como mayordomos, no somos dueños del mensaje, sino que debemos proclamarlo con absoluta fidelidad, ya que no es una opción, sino un mandato para quienes han sido llamados. Este ministerio no busca la exaltación personal, sino el servicio a la Iglesia y la edificación del cuerpo de Cristo. 

En Colosenses 1, 27, Pablo declaró que Cristo vive en nosotros, lo que revela una esperanza gloriosa que antes estuvo oculta, pero que ahora se ha manifestado a toda la humanidad como parte del plan redentor de Dios. Este entendimiento nos lleva a adoptar una actitud de humildad y gratitud. En Colosenses 1, 28-29 y 2, 1, se enfatiza que esta misión es universal, extendida a todos y que cada acción en el ministerio debe apuntar a la edificación espiritual y el fortalecimiento de los creyentes.

3. Propósito de la proclamación del evangelio

El propósito central de la proclamación del evangelio es dar a conocer a Cristo y guiar a cada persona hacia una relación plena con Él. Esto incluye amonestar y enseñar a través del discipulado, que es esencial para fortalecer la relación con Dios y construir comunidades cristianas sólidas. El objetivo es alcanzar la madurez espiritual en los creyentes. 

Pablo resaltó la universalidad del evangelio al repetir tres veces en el versículo veintiocho la frase «a todo hombre», que es que el mensaje es para todos sin excepción. Este trabajo ministerial no depende únicamente del esfuerzo humano, ya que está respaldado por el poder de Cristo, por lo  que requiere un compromiso profundo y una total dependencia del poder divino en la misión de compartir el evangelio.

4. La meta final: el fortalecimiento y protección de la Iglesia

La meta final del desarrollo y madurez de la Iglesia, según Colosenses 2, 2-5, se centra en dos aspectos principales: 

a. Fortalecimiento espiritual: Pablo anhelaba que los creyentes estuvieran unidos en amor y alcanzasen un conocimiento profundo de las escrituras. Esta unidad y comprensión es lo que fortalece la fe y la relación con Dios. 

b. Protección contra el engaño: Pablo buscaba proteger a la Iglesia de falsas enseñanzas y doctrinas erróneas. Una fe madura, basada en la verdad, es esencial para resistir cualquier doctrina errónea o influencia que pueda desviar a los creyentes del evangelio. 

Esta madurez espiritual asegura una comunidad sólida, resiliente y fundamentada en el amor y la verdad de Cristo.

En síntesis, por medio de la carta se exhorta a la Iglesia a mantenerse firme en la verdad del evangelio y enfrentar las falsas enseñanzas con amor, unidad y madurez espiritual. Además se destaca el propósito del sufrimiento, la responsabilidad del ministerio confiado por Dios y la necesidad de proclamar a Cristo para edificar una iglesia sólida, protegida contra el engaño y fortalecida en la fe; es un llamado a mantener nuestro testimonio y proclamar el evangelio en medio de las pruebas y sufrimientos.

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