CRISTO EN EL ÉXODO, PARTE 6: LAS VESTIDURAS DEL SACERDOTE ( Éxodo 28)

19/05/2024

CRISTO EN EL ÉXODO, PARTE 6: LAS VESTIDURAS DEL SACERDOTE ( Éxodo 28)

Predicador:
Passage: Éxodo 28, Hebreos 5:1-2, Hebreos 5:5, 1 Pedro 2:9-12, 1 Juan 3:1
Tipo De Servicio:

Serie Cristo en el Éxodo: Libertad, rescate y responsabilidad (Éxodo 28)
Parte 6: Las vestiduras del sacerdote

Expositor: Pastor Todd Tillinghast

 

El sumo sacerdote representaba al pueblo delante de Dios y a Dios delante del pueblo. Cada detalle de su vestimenta tenía un significado como veremos a continuación.

El pectoral

Nos lleva a pensar en la coraza de justicia, que es la armadura de Dios (Efesios 6, 14). Tenía 12 piedras preciosas y cada una representaba a una tribu de Israel. Esas gemas demostraban lo precioso que era el pueblo para Dios. De igual manera, somos preciosos para Dios nos valora a pesar de ser pecadores.

El Señor amaba tanto a su pueblo que les permitía ofrecer sacrificios para ser perdonados y para que Él pudiese habitar entre ellos sin aniquilarlos.

El efod de justicia

Se llamaba así porque los israelitas tenían que ser justificados a través del sacrificio en el tabernáculo. Las únicas personas que están en el cielo han sido justificadas a través de Cristo.

La lámina de oro fino

Era una especie de cintillo que llevaban los sacerdotes en la frente, sobre la mitra con una inscripción que decía Santidad a Jehová.

La túnica azul o manto del efod

Una vez al año en el día de la expiación, el sumo sacerdote debía hacer una ofrenda especial para expiar los pecados del pueblo de Israel. Si ese sacrificio era agradable de Dios, las campanas que tenía en su túnica sonaban cuando el sumo sacerdote se movía. Cuando era rechazado, no sonaban porque el sacerdote moría.

El sacerdocio de Aarón provenía de la tribu de Leví, pero Cristo provenía del a tribu de Judá, de donde procedían los reyes. Jesús era tanto rey como sacerdote porque fue el último sacrificio.

Jesús fue el sumo sacerdote perfecto porque nunca pecó; era justo y santo. El último sacrificio no lo presentó en el tabernáculo, sino que lo hizo delante del Padre y Él lo aceptó a través de la resurrección.

En la actualidad no pertenecemos al sistema sacrificial porque aun siendo pecadores, Dios nos ha perdonado, ha hecho limpios y nos llama a servir como sacerdotes y reyes (1 Pedro 2, 9-12).

Cuando estábamos muertos en nuestros delitos y pecados, Dios nos amó y escogió para ser reyes y sacerdotes a través del sacrificio de Jesús. Somos una nación escogida, un pueblo que pertenece a Dios.

Nuestras funciones:

Se nos ha llamado a que proclamar las virtudes de Cristo y a declarar el evangelio de la salvación.
Nos ha llamado a que proclamemos la santidad.
Nos ha llamado a hacer buenas obras.

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